La dimisión del presidente del CNS abre una profunda crisis entre los opositores sirios
El cristiano George Sabra, probable candidato para suceder a Ghalioun
daniel iriarte
La dimisión del presidente del Consejo Nacional Sirio, Burhan Ghalioun , apenas dos días de haber sido reelegido, ha vuelto a poner de manifiesto las profundas divisiones existentes en el seno del principal grupo de la oposición siria. «He ganado y conseguido la legitimidad dentro ... del Consejo Nacional. Pero, para mí, la legitimidad real es la dada por el pueblo en las calles y los jóvenes de la revolución que luchan sobre el terreno», indicó ayer Ghalioun en el discurso en el que anunciaba su renuncia.
«Dimitiré inmediatamente después de que el Consejo apruebe a un candidato que pueda ser aceptado por el movimiento revolucionario sobre el terreno», añadió.
Ghalioun afrontaba así las críticas de una de las principales facciones opositoras dentro del CNS , los Comités de Coordinación Locales (uno de los pocos grupos que tiene verdadera implantación dentro de la propia Siria), que ayer emitió un comunicado amenazando con retirarse del Consejo.
«Signo de democracia»
«No hemos visto nada excepto incompetencia política en el CNS, y una falta total de consenso entre su visión y la de los revolucionarios. El Consejo se ha apartado del espíritu de la revolución siria », aseguraron los Comités en un manifiesto, en el que también acusaban a los líderes del CNS de marginar a otros miembros y tomar las decisiones de forma unilateral.
«Las preocupaciones de los Comités son legítimas y justificadas. Pero las diferencias en el seno de la oposición siria son naturales y saludables, y un signo de democracia. De no ser así, seríamos igual que el Partido Baath y el régimen de Assad », ha declarado Bassma Kodmani, una de las portavoces del Consejo.
La retirada de los Comités supondría un golpe fatal para un CNS que ya ha sufrido innumerables escisiones, entre ellas la de veteranos opositores como Haitham El Maleh o Ammar Qurabi –los cuales han creado sus propios Consejos rivales-, o de todos los partidos kurdos en bloque, que han establecido el Consejo Nacional Kurdo . El CNS es percibido por los activistas de base como un grupo desconectado de la realidad en el interior (por ejemplo, tardó varios meses en pedir apoyo para el Ejército Sirio Libre , a pesar de que gran parte de los manifestantes abogaba ya abiertamente por una solución militar), y no ha logrado atraerse a las minorías, como cristianos o alauíes, en cantidad significativa.
El Consejo, además, está firmemente dominado por los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas, que conforman un tercio de los miembros y acaparan los puestos clave, como las finanzas, el departamento de Medios y Relaciones Públicas, o el Departamento de Ayuda y desarrollo. Esto ha provocado una lucha de poder con el sector de Ghalioun (secularistas de tendencia izquierdista, con base en París y con muy buenas relaciones con el Partido Socialista del recién elegido Hollande ), hasta el punto de que la Presidencia del Consejo se ha visto obligada a establecer su propio gabinete de información.
Buena imagen internacional
Ha sido, precisamente, la buena imagen internacional de Ghalioun lo que permitió su reelección esta semana, puesto que los islamistas son conscientes de que supone una figura aceptable para los países occidentales . Ahora, tras su dimisión, queda por ver quién puede sustituirle. El candidato natural es el liberal de origen cristiano George Sabra , que en la elección del pasado martes quedó en segundo puesto tras Ghalioun. «Ahora, el Consejo se va a ver forzado a introducir en sus deliberaciones a líderes y activistas del interior de Siria que no están debidamente representados. La oposición necesita mostrar sus credenciales democráticas y aportar una cara nueva», asegura Sabra.
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