Las bombas caseras de los antisistema sacuden al Gobierno de Chile

Precisamente este viernes, la presidenta, Michelle Bachelet, firmó los proyectos de ley que crean una fiscalía especial para investigar delitos complejos y de «alta connotación social» como son los del terrorismo.

El debate sobre si la nueva agencia de Inteligencia gubernamental debería o no tener facultades operativas o si podría hacer uso de agentes encubiertos, pareció acelerarse en los últimas días, después de que en la madrugada del pasado jueves estallara una nueva bomba. El artefacto explosivo mató a Sergio Landskron Silva, de 29 años, cuya familia dice que desde hace años vivía en la calle y era adicto a las drogas. El perfil del fallecido —que además tenía dos condenas por robo y hacía solo tres meses que había salido de la cárcel— ha confundido a policías y autoridades, ya que no está confirmado que fuera él quien transportara la bomba; también podría haber ocurrido que encontrase el artefacto en la calle y que este estallara al ser manipulado por la víctima.

Las investigaciones sobre los responsables de la oleada de atentados que sufre Chile apuntan a grupos antisistema: jóvenes aficionados a las bombas de ideología anarquista que actúan de forma autónoma.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, afirmó este viernes que había que «esperar los resultados de la investigación» sobre este último incidente. Peñailillo dijo que, «independientemente de lo que sea, aquí hay alguien que elaboró un artefacto explosivo y, por lo tanto, vamos a perseguir a quienes estén detrás de estos hechos, porque lo que no podemos permitir en el país es que este tipo de personas se sientan con la libertad de caminar a su aire por la calle y atentar contra ciudadanos inocentes». El ministro viaja este domingo a Madrid , donde mantendrá reuniones de alto nivel para interesarse en la experiencia de «algunos centros que trabajan temas de Inteligencia».

El Gobierno, las fiscalías que investigan los atentados y la Policía se refieren a estos casos con cautela, pues temen entorpecer la investigación, como sucedió hace tres años. Entonces catorce jóvenes fueron llevados a juicio por ataques con bombas y acabaron todos en libertad al final del proceso, porque las pruebas presentadas eran insuficientes y en algunos casos falsas. El pasado martes se formalizó la investigación contra tres jóvenes sospechosos de estar involucrados en el atentado ocurrido el pasado 8 de septiembre junto a una estación del metro de Santiago, que dejó catorce heridos.

La región de La Araucanía (centro)también está siendo objetivo de los ataques. Unos quince encapuchados incendiaron cuatro camiones que interceptaron cuando circulaban por la principal carretera del país, que une el norte con el sur. Los asaltantes levantaron barricadas para detener los vehículos, amenazaron a los conductores con armas de fuego y disparos al aire para obligarlos a descender, explicaron este viernes fuentes policiales de la provincia de Malleco.