La economía del este de Ucrania se marchita en medio de la guerra
Los sectores del carbón y el acero peligran en un país que ha perdido buena parte de sus territorios y que financia una costosa guerra. Solo las inversiones y préstamos pueden salvarlo
reuters
Después de que los rebeldes prorrusos se llevaran 720 kilogramos de explosivos, 360 detonadores y un kilómetro de cables, la mina de carbón de Skochinskiy, un baluarte de la economía de Ucrania en cuenca minera del Donéts, quedó fuera de acción . Los encarnizados combates ... y el material que se han llevado los rebeldes han detenido el trabajo en muchas minas de carbón cerca de las fortalezas de Donetsk y Lugansk .
Por ello, el suministro de combustible ha caído, y algunas fundiciones de acero y las plantas eléctricas de Ucrania tienen problemas para seguir en funcionamiento. Y eso a pesar de que el este industrial se suele ver como una carga, como una especie de relicto de una economía soviética de grandes fábricas, en contraste con las firmas más pequeñas de otros sectores.
Y a Kiev se le acumulan los problemas. Ha de financiar al ejército ucraniano después de perder los beneficios de Crimea, anexionada por Moscú en marzo, y ha de mantenerse con su lastrada industria pesada, sin que se haya modernizado en años.
Dinero: el combustible de la guerra
«Hay una guerra en Donetsk y Lugansk y prácticamente todos los ingresos que recibe el Estado en esas regiones han desaparecido. Además se han anexionado Crimea», dijo Mikhailo Noniak, viceministro de Hacienda de Ucrania. «La situación financiera es bastante mala por culpa de la agresión de Rusia. Mucho dinero se va en la defensa».
Ucrania está virtualmente en bancarrota , con un amplio déficit en la balanza comercial y los elevados gastos del Estado, que incluyen los de equipar y alimentar a un ejército cuyos números se han disparado a medida que combate a los rebeldes independentistas del Dónets.
El prestamista del Oeste, el Fondo Monetario Internacional, ha arrojado un salvavidas en forma de un préstamo de casi 13 mil millones de euros como parte de un rescate financiero a dos años. Kiev ha recibido por el momento 2.300 millones de euros y espera obtener 1.000 millones más a finales de agosto.

Los oligarcas, quienes se enriquecieron en el caos que siguió a la caída de la Unión soviética y que deben mucho al sector privado del país, también han intervenido financiando y armando bastantes batallones para luchar contra los rebeldes. Pero como la financiación de los hombres de negocios es insostenible a largo plazo, el FMI ha pedido al reacio parlamento ucraniano que haga algunos sacrificios en su economía, donde el estado ha subvencionado durante mucho tiempo las facturas de la energía y que tiene un sector estatal inflado.
Gran parte del gasto del Estado va al este, especialmente a Lugansk y a Donetsk. Dos empobrecidas regiones donde ahora domina un desolador panorama de carreteras agujereadas, campos conquistados por la hierba hierba y maquinaria abandonada junto a las minas.
La sangría del este
Donetsk contribuía con el 11,7 % del PIB de Ucrania y Lugansk con el 4% el año pasado, lo que supone una cantidad de 13.270 millones de euros. No solo se ha perdido el control y los ingresos de ambas regiones, además en 2013 engulleron más de 632 millones de euros de presupuesto, en gran parte para mantener los salarios de los trabajadores estatales de las minas y las fábricas de acero.
De hecho, los trabajadores que aún no han huído de la zona siguen recibiendo sus salarios aunque no puedan ir a las minas. «La mayoría de las minas en la región de Donetsk han detenido su trabajo a causa de la falta de explosivos», dijo Mykola Volynets, de la unión de comercio independiente de mineros de Ucrania. «Los separatistas vinieron a las minas y se llevaron los explosivos y no nos queda nada», dijo a Reuters.
Oleksander Vapnyk, de la compañía de carbón estatal de Donetsk dijo que el trabajo en las minas se había reducido a dos turnos por culpa de la escasez de explosivos. «No sabemos lo que pasará después. Las minas están trabajando, extrayendo carbón, pero en cantidades más pequeñas».
Muchos trabajadores han huído, pero los que se han quedado están intentando mantener las minas a salvo, evitando las inundaciones y haciendo tareas de mantenimiento. Pero con los frecuentes cortes de electricidad por culpa de las explosiones y la escasez de carbón, estos trabajos resultan muy complicados.

Algunos funcionarios temen que la escasez de empleo podría alimentar la desilusión en una región que se ha distanciado mucho del resto del país y alimentar así el fuego del movimiento rebelde.
Por el momento los sueldos se están pagando, dijo Dmytro Sakharuk del DTEK, la compañía del magnate Rinat Akhmetov. Se trata del hombre más rico de Ucrania en parte gracias al incremento de sus acciones en el carbón durante el mandato del Presidente prorruso Viktor Yanukovich. Actualmente, su compañía acumula el 48% de la producción de carbón y genera casi el 30% de la electricidad de Ucrania, que además depende en gran medida de este combustible fósil.
Akhmetov, cuya fortuna está alredecor de los 8.000 millones de euros según la revista Forbes, tiene a 300.000 empleados en nómina. «Ayer, cuando las líneas de electricidad cayeron... sacamos a los mineros, unas 3.000 personas, de nuestras minas de la región de Lugansk», dijo a la televisión 112 de Ucrania, añadiendo que habían restaurado la energía por la tarde y que los mineros estaban preparando el pozo para el segundo turno. «Para restablecer el suministro de energía necesitamos paz». Sin energía para guiar los trabajos de mantenimiento, las minas podrían inundarse y las máquinas detenerse, lo que significa que llevaría meses o años hacerlas operacionales de nuevo.
El dolor ruso
El presidente de Rusia, Vladimir Putin ha aclarado que si Ucrania pretende cerrar estrechar lazos económicos con la Unión Europea, Moscú responderá con más restricciones y prohibiciones.
Las exportaciones a Rusia suponían la cuarta parte del comercio exterior de Ucrania y contribuían al 8% del PIB ants de la guerra. El 13% de las exportaciones de hierro y acero solían ir al país vecino. Reorientarse al Oeste podría ser un reto para la economía oriental, que es incapaz de competir en precio o calidad con el acero chino, después de que los funcionarios se mostraran reacios a invertir los beneficios en modernizar o ampliar las plantas.
«Virtualmente no hay pequeñas ni medianas empresas en el sector. Es más parecido a un sistema feudal», dijo Daniel Bilack, un asesor del gobernador de Donetsk, Serhiy Taruta. Dijo que Rusia difícilmente estaría interesada en la cuenca del Dónets, con su ineficiente y deficitaria minería y dijo que es el momento de armarse de valor y comenzar a contruir plantas de carbón eficientes que proporcionen la energía que Ucrania necesita».
Para ello, Ucrania necesitará las inversionesde Europa, Japón y Estados Unidos para ayudar a reconstruir carreteras, trenes, edificios, puentes, aeropuertos y otras infraestructuras. Pero eso supone un largo camino por delante. «Hará falta un salvavidas durante un largo período de tiempo», dijo. «Pero entonces, ¿cómo comenzó Alemania de nuevo después de la Segunda Guerra Mundial?».
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