Santos y Zuluaga cortejan a los candidatos derrotados para hacerse con la presidencia

Hace 13 años Uribe (2002-2010) ganó la presidencia, luego repitió hace ocho y se convirtió en el mentor de Juan Manuel Santos. En estas elecciones Santos, quien fuera el ministro de Defensa estrella de Uribe, pagó caro el haberse salido del uribismo, al proponer un diálogo de paz con la guerrilla: sacó tres millones de votos menos que los obtenidos en la primera vuelta de 2010 y seis millones menos que los que lo hicieron presidente. Estaba de la mano de Uribe en ese entonces. Ya no. Y eso se notó con creces. «Gracias Colombia. Que Dios nos dé luces para acertar», tuiteó Uribe cuando supo que Zuluaga había pasado a la segunda vuelta con un buen margen. Ahora Uribe le reta a otra victoria. Ganar la presidencia con su ex ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga.

«Tengo una gran ilusión en que Marta Lucía me acompañe», dice ZuluagaSin embargo, el triunfo dependerá de las alianzas que los candidatos logren en las próximas tres semanas. «Tengo una gran ilusión en que la candidata conservadora, Marta Lucía Ramírez -quien quedó en tercer lugar- me acompañe», se apresuró en decir Zuluaga. Se da por descontado que Ramírez, quien fuera la primera ministra de Defensa de Uribe, se aliará con el uribismo, lo que podría garantizarle la victoria. «Tengo confianza en que podamos construir con ella y el Partido Conservador -tradicional aliado de Uribe- un proyecto con miras a las elecciones del próximo 15 de junio», aseveró Zuluaga en su primera rueda de prensa. En las alianzas está la clave pues los partidos y movimientos políticos de los tres candidatos que no pasaron a la segunda vuelta, lograron alrededor de cinco millones de votos.

El ya ex candidato presidencial por la Alianza Verde, Enrique Peñalosa , dijo que, a más tardar, el próximo fin de semana habrá una decisión. «Mi interés es ser una alternativa para la gente joven, idealista». Añadió que a los verdes les interesa influir en la construcción de Colombia, sin precisar si esa construcción esté relacionada con acuerdos con alguno de los dos candidatos.

El mismo cuidado en no comprometerse tuvo Clara López , la candidata del Polo Democrático. López -que ocupó un cuarto lugar y logró sacar del fango político al desprestigiado Polo, que quedó en sexto lugar en las elecciones legislativas por gruesos escándalos de corrupción- dijo que habrá una consulta amplia para decidir el camino hacia la segunda vuelta. Cuando se le preguntó si el deseo de paz de su sector inclinaría la balanza hacia Juan Manuel Santos, sostuvo que la decisión no puede estar exclusivamente limitada a la cuestión de la paz. Agregó que hay una crítica profunda a otros asuntos, «como el modelo económico insaciable que comparten los dos candidatos».

Y es que se teme que la paz, en el quinto lugar de las prioridades de los colombianos, ocupe la agenda de estas tres semanas. Sin embargo, los candidatos Zuluaga y Santos han insistido en ella polarizando el debate y las encuestas.

En su rueda de prensa de este lunes, el primer asunto que abordó Zuluaga fue la paz: «Suspenderé los diálogos de paz si derroto a Juan Manuel Santos. Lo haré el 7 de agosto de 2014, cuando tome posesión», dijo. «La única condición para las FARC será el cese de toda acción criminal contra los colombianos que sea "permanente" y "verificable".De ninguna manera se puede hablar de un cese bilateral. Debe ser un cese unilateral porque son ellos (las FARC) los que están atentando contra los colombianos», manifestó Zuluaga. El candidato uribista reafirmó su posición frente al proceso de paz que hace 18 meses emprendió Santos en la Habana (Cuba). Y puso condiciones: «Quienes han cometido crímenes atroces y delitos de lesa humanidad tienen que pagar penas de cárcel, así sea una pena reducida», dijo.

El proceso de paz, sin duda, influirá notoriamente en el resultado final de la campaña electoral. Santos defiende con vehemencia los avances de este y recalca que, de cinco puntos de la agenda, ya hay firmados tres por lo que, para él, la salida pacífica ha avanzado en un 60%. «Lo que ha quedado claro hoy es que en tres semanas los colombianos tendrán dos opciones: podrán escoger entre quienes queremos el fin de la guerra y los que prefieren una guerra sin fin, y vamos a ganar con la paz».