Autoproclamados dueños del Donetsk
La revuelta separatista está liderada por unos turbulentos personajes sin más legitimidad que su propio ego
Autoproclamados dueños del Donetsk
Tras la celebración de la consulta , la revuelta separatista se consolida en el este de Ucrania; y en la nueva República Popular de Donetsk (RPD) las caras de los viejos políticos del todopoderoso Partido de las Regiones, formación del expresidente Víctor Yanukóvich , ... pierden terreno a favor de los líderes del alzamiento. Alcaldes y líderes de milicias autoproclamados. Todos ellos tienen en común que eran unos completos desconocidos hasta el estallido de la ira contra el Gobierno de Kiev.
Noticias relacionadas
Se presentan a cara descubierta, sin las capuchas que lucen la mayoría de sus compañeros. No empuñan directamente las armas. Pero ellos son quienes ponen rostro y voz a la revuelta separatista. Desde Kiev les acusan de ser simples marionetas al servicio de Moscú. El problema puede venir si estos terminan rebelándose contra su patrón. La creciente violencia, los cada vez más fuertes enfrentamientos con las fuerzas de Kiev y su protagonismo –bastante narcisista– ante los focos de la atención mundial les ha ido radicalizando. Su legitimidad es nula. Están ahí por la fuerza de las armas y, a menudo, tras derrocar a las legítimas autoridades elegidas en las urnas por no querer colaborar con su alzamiento.
El más mediático
Viacheslav Ponomariov, el autoproclamado alcalde de Slaviansk, es el más genuino representante de esta nueva hornada de líderes. Es el rostro más mediático de la revuelta, sobre todo desde que tuvo en su poder a siete observadores militares europeos , a quienes consideró «prisioneros de guerra» y «huéspedes» al mismo tiempo. No es amigo de los medios, pero cada día ofrece una rueda de prensa en el salón de plenos y responde a preguntas hasta que se cansa y da por terminada la comparecencia. No hace distinciones entre las grandes cadenas y agencias o los medios pequeños, todos los occidentales son igual de tendenciosos a sus ojos.
Responsable de una fábrica de jabón, recibió «la orden de ser líder de los separatistasCon uniforme informal de gorra de béisbol y chaqueta de chándal negra, llega en un todoterreno blanco con los cristales tintados y su escolta de encapuchados armados le lleva en volandas a través de los sacos terreros que protegen el edificio consistorial hasta el salón de plenos. Allí está más relajado y ofrece la visión de la realidad desde el punto de vista de la República Popular de Donetsk. Sin rodeos, directo al grano.
En sus distintas apariciones ha revelado con cuentagotas detalles, como que era responsable de una fábrica de jabón, puesto que dejó cuando recibió «la orden de ser líder de los separatistas». Un mandato que emana directamente de un «pueblo» donde no le conocen, pero no de Rusia; país del que niega cualquier intervención, aunque le ha pedido abiertamente el envío de «municiones y armas», y hasta de «tropas de paz».
Veterano de la guerra de Afganistán, asegura contar con 2.500 hombres armados a sus órdenes, entre ellos «exmilitares como yo, que llegaron para ayudar, no solo desde Rusia, también de Bielorrusia, Kazajastán y Moldavia». Liberó a los observadores militares después de ocho días de cautiverio «justo después de celebrar mi cumpleaños», declaró a los medios.
Desde la página de sucesos
Denis Pushilin , portavoz de la Milicia Popular de Donetsk, es ejemplo de esos turbios personajes que saltan de las páginas de sucesos de los periódicos a la geoestrategia internacional. De estar implicado en una posible estafa millonaria ha pasado a convertirse en voz de los rebeldes.
Al igual que Pavel Gubarev , que de ejecutivo publicitario ha pasado a convertirse en líder de la milicia popular del Donetsk. Personajes todos ellos que jamás habrían salido del anonimato si no hubiera sido por este movimiento secesionista que ha hecho renacer el viejo paneslavismo en la región, cuando ya parecía desaparecido.
Ver comentarios