La Fiscalía surcoreana acusa de homicidio por negligencia a la tripulación que huyó del Sewol

Según ha informado la cadena surcoreana Arirang , los fiscales creen que la tripulación no intentó siquiera ayudar a los pasajeros. Además, al capitán Lee Jun-seok se le acusa de «asesinato por omisión»: según las primeras investigaciones dejó a una joven inexperta al mando del ferry, tardó en alertar del suceso y retrasó la evacuación del barco pidiendo a los pasajeros que se mantuvieran quietos —algo que luego pudo hacer imposible que salieran— y huyó en el primer bote de rescate junto a su tripulación.

Algunos tripulantes interrogados estos últimos días han admitido que no trataron de rescatar a los pasajeros a bordo, mientras que este jueves el jefe de máquinas se ha defendido asegurando que no prentendió huir. En declaraciones a la prensa tras comparecer ante el tribunal ha dicho que escapó «justo antes de que el buque comenzara a volcarse por completo». Las autoridades, por su parte, creen que el maquinista pudo huir a través de un pasaje reservado a los miembros de la tripulación tras solicitar a los pasajeros que no se movieran.

También este jueves, en el trayecto que va del tribunal hasta el centro de detención, otra de las tripulantes detenidas ha asegurado que tanto ella como sus compañeros recibieron orden de abandonar el barco cuando comenzó a naufragar.

El último balance facilitado por las autoridades surcoreanas ha elevado a 159 el número de cadáveres recuperados del barco. De hecho, los buzos han localizado y recuperado ya el cuerpo del primer joven que alertó a emergencias del suceso incluso antes de que lo hiciera la propia tripulación del barco.

El adolescente, identificado por su primer apellido, Choi, llamó al número de emergencia a las 08:52 del miércoles 16 de abril, tres minutos antes de que el Sewol enviara la primera señal de socorro.

«Sálvenos. El barco se está hundiendo», suplicaba el estudiante, según las gabaciones.

La mayoría de las víctimas eran estudiantes de un instituto a los que en el momento del accidente se les ordenó que permanecieran en sus lugares por su propia seguridad. Gran parte de los cuerpos hallados en los últimos días presentaban fracturas en los dedos, presumiblemente debido a intentos frenéticos por intentar trepar las paredes o pisos de la embarcación para escapar, según los medios locales.

Las operaciones se han centrado en las tareas de búsqueda, recuperación e identificación de los cadáveres, mientras que las esperanzas de encontrar supervivientes han disminuido drásticamente después de que los equipos de rescate no hayan conseguido encontrar ninguna persona con vida desde el hundimiento .

En la búsqueda participan 212 barcos, 34 aviones y 550 efectivos de emergencia. Asimismo, desde el Gobierno se ha indicado que solo se sacará a flote el ferry si las familias de las víctimas dan su consentimiento.