Hollande se aferra al dinero chino para salvar algo del poder municipal socialista

El Elíseo espera que la visita del presidente chino a Francia le permita anunciar grandes inversiones del gigante asiático en los enclaves donde los alcaldes socialistas se tambalean

Hollande se aferra al dinero chino para salvar algo del poder municipal socialista afp

juan pedro quiñonero

François Hollande espera que el presidente de China, Xi Jinping , le ayude a salvar la vida política de algunos alcaldes socialistas, anunciando inversiones industriales que permitan crear empleo en las zonas donde la extrema derecha ha crecido con el voto obrero.

Hollande anunció hace ... días que Francia ofrecerá al presidente Xi Jinping un recibimiento “excepcional”, que ha comenzado en Lyon y se continuará en el Elíseo, con una cena “de gran pompa”, y en Versalles, residencia real, con una “velada histórica”.

Ese carácter “excepcional” tiene un precio y es una inversión electoral rentable: Hollande espera que el presidente chino firme muchos contratos industriales, por un montante de decenas de millones de euros, que serán recibidos como maná caído del cielo (chino) en las ciudades y regiones donde los alcaldes socialistas están amenazados por la derecha y la extrema derecha en la segunda vuelta de unas elecciones municipales catastróficas para Hollande, su Gobierno y su partido.

Hollande y Xi Jinping formalizarán “con gran pompa” el histórico acuerdo de la entrada de capital chino (el constructor Dongfeng) en el capital del grupo PSA Peugeot Citroën , que Francia ha vivido como una humillación traumática. Una gran empresa nacional rescatada por el capital chino. Operación que el Gobierno francés ha presentado como un acuerdo que permitirá “salvar y crear empleo en Francia”. Promesa de Estado, que llega en el momento más oportuno: a cuatro días de una elección desastrosa, allí donde la crisis industrial ha acelerado el crecimiento del voto obrero seducido por el Frente Nacional (FN).

Hollande espera que XI Jinping termine firmando la compra de varias decenas de aviones de transporte, que permitirían relanzar el empleo entre las empresas que se benefician de los contratos y subcontratos de la industria aeronáutica.

La industria militar también pendiente

A los postres de la cena en el Elíseo, el presidente francés tampoco olvidará las excelencias de la industria militar propia, siempre dispuesta a vender más armas para intentar preservar el empleo, declinante en ese sector, así mismo.

Todos los portavoces oficiales, en el Elíseo y el ministerio de Economía y Finanzas, insisten en el mismo mensaje oficial: “Las inversiones chinas en Francia crearán empleo. Se trata de acuerdos estratégicos, con mucho futuro. Se trata de compromisos de Estado, que deberán prolongarse durante los próximos veinte años”.

A cuatro días de la segunda vuelta de las elecciones municipales, a siete u ocho días de un posible cambio de Gobierno, la visita de Estado del presidente chino, acompañado de su esposa, es presentada oficialmente como un “gran acontecimiento económico”. Esperando, quizá, que los millones de las inversiones chinas influyan a su manera en el voto municipal del domingo próximo, allí donde la destrucción del tejido industrial ha dejado un rastro de angustia social donde crece el voto obrero del FN (extrema derecha).

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