Ucrania se prepara para la guerra
El jefe de la Marina ucraniana jura lealtad a las autoridades prorrusas de Crimea
Ucrania se prepara para la guerra
Las nuevas autoridades de Kiev decretaron este domingo la movilización general de reservistas para hacer frente a una posible invasión militar por parte del Ejército ruso. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, calificó de «declaración de guerra» la votación del sábado en la Cámara Alta del Parlamento ruso ... , cuyos senadores otorgaron al presidente Vladímir Putin todos los poderes para desencadenar una acción armada contra el país vecino.
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Pero la intervención militar rusa en suelo ucraniano se puede decir que ya ha comenzado. Moscú tiene en Crimea los efectivos de la Flota del Mar Negro y, según distintas estimaciones, habría enviado en los últimos días entre 6.000 y 10.000 soldados de refuerzo. Y no están acuartelados. Siguen bloqueando unidades militares ucranianas, obligándolas a deponer las armas, asaltándolas en algunos casos y presionando para convencer a los soldados ucranianos de que se pasen al Ejército ruso. Se les está ofreciendo incluso la nacionalidad rusa.
Asedios a cuarteles
Unos mil militares rusos sin distintivos rodearon este domingo un cuartel de la defensa costera ucraniana en la localidad de Perevalni (Crimea). Lo mismo sucedía con un batallón de infantería ucraniano en Feodossia, a unos 200 kilómetros de Simferópol, la capital de la península.
Tras una reunión a puerta cerrada de la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento), el presidente en funciones del país, Alexánder Turchínov, denunció este domingo los asedios a cuarteles ucranianos. Hasta ahora, esta práctica, que busca provocar el enfrentamiento directo, no ha causado ningún incidente grave. Pero en gran parte ocurre así gracias a la contención que están demostrando los militares ucranianos. La Rada emitió este domingo un comunicado dirigido a Putin pidiéndole que renuncie a invadir Ucrania e instándole a ordenar a sus tropas en Crimea que vuelvan a sus cuarteles. Pero poco caso hace el Kremlin de los comunicados de un Gobierno que, en su opinión, llegó al poder «por la fuerza».
A golpe de Kalashnikov
Los paramilitares prorrusos , armados con fusiles Kaláshnikov y cuya pertenencia a las Fuerzas Armadas rusas no deja ninguna duda, están posibilitando un cambio total en los órganos de poder de Crimea. El prorruso Serguéi Aksiónov, cuya misiva a Putin solicitando ayuda motivó la reunión del sábado del Senado ruso, fue instalado al frente del Gobierno de la península a golpe de Kaláshnikov. Lógicamente, Kiev considera «ilegal» su nombramiento.
El presidente de la Rada (Parlamento) de Crimea , Vladímir Konstantínov, que al principio deploró que el pasado miércoles fuera tomado el edificio por paramilitares, ahora colabora con los ocupantes y este domingo dijo que el referéndum convocado para el 30 de marzo será, no sobre la autonomía de la península, sino sobre su «estatalidad». Todas las banderas ucranianas en la plaza junto a la sede de la asamblea fueron retiradas este domingo.
Kiev niega que se produzcan «deserciones masivas»Aksiónov anunció la creación de una Marina de Guerra crimeana. El jefe de esa flota será el hasta ahora jefe de la Marina ucraniana, el contralmirante Denís Berezovski, que este domingo se pasó a las filas de los separatistas. Éste apareció en un vídeo, difundido por los medios de comunicación rusos, en el que jura lealtad al nuevo Gobierno de Crimea después de haber desertado de la Armada ucraniana. No obstante, el ministro de Defensa ucraniano, Vladímir Zamana, negó la traición de Berezovski y dijo que el vídeo es un montaje y una «provocación».
Aksiónov emitió además una orden en la que instaba a todos los componentes de las unidades ucranianas desplegadas en Crimea a ponerse bajos sus órdenes o a presentar su baja como militares. Las televisiones rusas hablaban este domingo de «deserciones masivas» entre los oficiales ucranianos, informaciones que en Kiev fueron desmentidas.
La propaganda, precisamente, es un frente en el que Moscú está trabajando con gran eficacia, lo que está facilitando a los militares rusos neutralizar a sus adversarios, no liquidándolos, sino reclutándolos. Sin embargo, el jefe de los servicios secretos ucranianos (SBU) en Crimea, Guennadi Kalachiov, no ha querido cambiar de bando y ha preferido dimitir de su cargo.
Las armas almacenadas en el edificio del SBU en Simferópol han sido requisadas por los soldados rusos, así como también los arsenales de las unidades ucranianas que supuestamente se han pasado al enemigo o, como Kalachiov, han optado por dejar el uniforme.
La agencia rusa RIA-Nóvosti sostiene que, según fuentes del Gobierno de Crimea, la mayor parte de los destacamentos ucranianos de la península están con los prorrusos y «no ha habido que pegar ni un solo tiro». Los que todavía no hayan seguido el ejemplo, de acuerdo con una directiva de Aksiónov, «serán castigados conforme a las leyes vigentes».
La calle está con Rusia
Rusia cuenta además de la ventaja de que la calle en Crimea y en el Este de Ucrania está con ella y le es fácil así promover levantamientos contra el poder de Kiev. Así está sucediendo, no sólo en Simferópol a diario, sino también en Donetsk, en donde ya se habla de celebrar su referéndum para la secesión de toda la región de Donbass. Oponentes a las nuevas autoridades ucranianas salieron también a la calle este domingo en Járkov y Odessa.
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