Kerry, en Asia para mediar en las disputas territoriales y sondear a Corea del Norte

Además, conocerá de primera mano las escasas novedades que acaba de dejar la última ronda de conversaciones entre las dos Coreas, la de más alto nivel celebrada desde 2007. Como ya había hecho anteriormente, el régimen dirigido por el joven dictador Kim Jong-un ha vuelto a pedir la suspensión de las maniobras conjuntas que, al igual que cada año, empezarán a finales de este mes los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur. Pyongyang se ha escudado en dichos ejercicios militares para retirar la invitación a un diplomático de la Casa Blanca que tenía previsto viajar al país para mediar en la liberación del misionero estadounidense Kenneth Bae , condenado a 15 años de trabajos forzados por «actos hostiles» contra el régimen. Como arma de presión, Corea del Norte incluso ha amenazado con cancelar la reunión de familias separadas desde la guerra, prevista del 20 al 25 de febrero.

Kerry también mediará en los últimos rifirrafes diplomáticos entre Corea del Sur y Japón a cuenta de la visita que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, efectuó en diciembre al polémico santuario sintoísta de Yasukuni . Como allí se honran las almas de los caídos en acto de servicio por el imperio del Sol Naciente, entre ellos criminales de la Segunda Guerra Mundial, dichas peregrinaciones escuecen como la sal en carne viva en los países asiáticos ocupados por Japón durante el conflicto.

A esas cicatrices del pasado se suman las crecientes disputas territoriales en Asia, que Kerry también discutirá con las autoridades chinas durante su visita a Pekín este viernes. En noviembre, la tensión militar estalló en el Pacífico después de que China estableciera una zona defensiva de identificación aérea sobre las islas Senkaku (o Diaoyu en mandarín), cuya soberanía le reclama a Japón. Con incursiones aéreas de cazas y bombarderos B-52, desde entonces se ha desatado una auténtica «Guerra Fría» en el Pacífico que Kerry tratará de apaciguar, entre otras cosas, para lograr la mediación de Pekín con Corea del Norte.

El secretario de Estado norteamericano concluirá su gira asiática en Indonesia, donde insistirá a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en la necesidad de crear un foro o mecanismo oficial para resolver estos problemas regionales. De esta manera, EE.UU. pretende seguir haciéndose notar en Extremo Oriente para contrarrestar la cada vez mayor influencia de China.