Sudáfrica se emborracha del espíritu de Nelson Mandela tras su muerte

El día después de la muerte de Nelson Mandela los vecinos de esa antigua barriada sin agua ni electricidad muestran su agradecimiento al hombre que les liberó sin arrebatos políticos, sino con una cerveza en la mesa y un smart phone en la mano.

Son las muestras palpables de su legado; las oportunidades que ahora poseen gracias a Mandela . El acceso a la vivienda, al trabajo, o el derecho, tan simple y democrático, de disfrutar de la vida tras cuatro décadas de marginación y dominación racial.

Así que aquí en Soweto, los sudafricanos celebran la libertad que les brindó Mandela haciendo uso de ella. La muerte del expresidente es una constatación de que ese bienestar, la igualdad conquistada, no tiene marcha atrás. Incluso sin él.

Los vecinos de Soweto se emborrachan, literalmente, del espíritu de Nelson Mandela. La jornada empezó por la mañana con los viejos cánticos de la lucha contra el apartheid, y terminó con motocicletas dándole al gas.

Las mujeres vestidas con los colores verde, negro y oro del Congreso Nacional Africano recorrían de arriba abajo la calle Vilakazi, pasando por la residencia donde Nelson Mandela vivió antes y después de ser encarcelado durante 27 años.

A veces eran relevadas por grupos de jóvenes de la formación política, marchando al ritmo de las canciones antiapartheid, bajo la complaciente mirada de los clientes de las terrazas.

Porque en esta nación Arco Iris todos pueden ser lo que quieran. “Esto lo vemos como una celebración, y cada uno tiene una forma distinta de celebrarlo. Y aquí en Sudáfrica, cada uno puede hacer lo que quiera. Gracias a él”, asegura Dudu Seitlhamo.

Su marido, Lolo Seitlhamo apura una cerveza en una de las terrazas. “No vamos a dormir hasta que lo enterremos. Él no quería tristeza, ni enfrentamientos. Ahora vivimos juntos blancos y negros. Estamos disfrutando de la buena vida que nos dio”.

Halo de paz y unidad

Es el espíritu de paz, de reconciliación y unidad que empapa estos días la Sudáfrica postapartheid. De repente, las tensiones raciales y las disputas políticas parecen haberse disipado.

Aquellos que hace apenas unos días denunciaban las desventajas de la población negra pese a 20 años de democracia, o aquellos que veían el desmoronamiento económico por la corrupción del Gobierno del CNA, o ven un futuro distinto, mirado a través de los cristales de Mandela.

“Habrá muchos cambios en Sudáfrica, pero serán para mejor. Su muerte va a ser una reinspiración de lo que hizo por nuestro país y, especialmente como blanco sudafricano, espero que sirva de recuerdo de lo que consiguió”, asegura el sudafricano Mikel Dickinson.

Algunos, sin embargo, no tienen tanta confianza en la nueva Sudáfrica sin Nelson Mandela. “Estamos muy tristes, porque Mandela era el único capaz de mantener unida esta nación”, lamenta Ntandzo Kuta , un viejo vecino del que fuera el gueto negro de Johannesburgo.

“La gente verá que Mandela era un gigante mundial, no solo de Sudáfrica. Tenemos que tomar su ejemplo, y hacer el bien. Ahora nos corresponde a nosotros seguir lo que comenzó. Aquí en Soweto no había escuelas, ni agua ni electricidad. Lo que hizo por los habitantes de aquí, y por toda la población negra. Nos hizo emerger, y cuando emerges, puedes llegar hasta donde quieras”, explica Rose Nkosi, una mujer vestida de los pies a la cabeza con los colores de CNA.

Sudáfrica ha pasado su primera jornada sin su héroe Nelson Mandela; aún quedan por delante una larga semana de conmemoraciones . Muchos lo celebrarán con cánticos, flores y banderas. Otros lo celebrarán, simplemente, como le hubiera gustado a Mandela; haciendo la vida normal que él les otorgó.