«La principal cualidad que tenía Mandela es que sabía escuchar a los demás»

La recuerdo sentada al lado de Gloria, una exprostituta a la que Madlala había ayudado a incorporarse al mundo laboral gracias a su organización, Embrace Dignity. Madlala sentía un especial cariño por Gloria, una mujer que escogió cambiar la vida que le había tocado vivir, en una sociedad, la Sudáfrica del apartheid, acostumbrada a vivir sin sueños. Hasta que Mandela fue excarcelado y comenzó un nuevo Gobierno, un puente entre blancos y negros. «Estábamos tan ilusionados, no parábamos de proponer y debatir nuevas leyes, una tras otra, a cada momento», dice la exministra en otra conversación.

Usted fue la primera ministra negra que ocupó la cartera de Defensa y participó en las negociaciones para construir la democracia. ¿Cree que Mandela impulsó el número de mujeres en el Parlamento?

Cuando Mandela formó su primer Gobierno, en mayo de 1994, no estuvimos de acuerdo con su decisión de haber nombrado tan solo tres mujeres en el su gabinete de ministros: Nkosazana Clarice Dlamini-Zuma, ministra de Sanidad, Stella Sigca, ministra de Empresas Públicas y su exesposa Winnie Mandela, viceministra de Arte, Cultura, Ciencia y Tecnología. Me acuerdo que él nos escuchó atentamente y durante su primer Gobierno fue aumentando el número representación femenina en cargos políticos. Llegando a ser más de 35% en el Parlamento y en su gabinete.

Me acuerdo que durante sus primeros años de Gobierno, en 1997, también nos quejamos en el Parlamento porque estábamos preocupadas por una nueva ley que se iba a promulgar, llamada Form and Publication Acts. Creíamos que perjudicaba a los derechos de las mujeres. Él nos escuchó y realizó las enmiendas necesarias. Al año siguiente, en 1998, conseguimos otro gran triunfo: el Parlamento aprobó la ley de matrimonios convencionales ( 'the Recognition Act'), la cual reconocía el derecho a las mujeres no casadas, muchas de ellas vivían en ambientes rurales, a heredar la tierra, ya que las leyes tradicionales les prohibían heredarla si no habían contraído matrimonio.

¿La situación de las mujeres ha mejorado o empeorado con el actual Gobierno del ANC?

El número de mujeres en el Parlamento y en el Gobierno ha aumentado, pero esa gobernanza numérica no se corresponde con la realidad. Miles de mujeres siguen siendo víctimas de la violencia machista, consecuencia de un estado patriarcal. Por desgracia, la situación no está mejorando.

¿Cómo está viviendo el pueblo sudafricano la ausencia del expresidente?

La mayoría de nosotros estamos tristes, pese a eso, no olvidamos los muchos sacrificios que ha hecho para conseguir la libertad y el estado de derecho que hoy tenemos. Muchos ciudadanos están preocupados porque piensan que su situación va a cambiar. Creo que debemos continuar con su legado, con su lucha por la libertad, por la igualdad, y dejarlo marchar.

¿Mandela ha cumplido todos los objetivos que se propuso para formar una nueva Sudáfrica?

No. Por supuesto que ha cambiado mucho, y que la Sudáfrica de ahora no tiene que ver con la del Gobierno del apartheid, pero la brecha entre ricos y pobres ha aumentado desde los primeros años de nuestra democracia, en 1994 (el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad económica de un país, ha aumentado desde 0,57 puntos en el año 2000, hasta 0,72 en el año 2005). Son aspectos en los que debemos seguir trabajando.

¿El actual Gobierno del ANC está esforzándose por llevar a cabo aquello que el líder antiapartheid no ha conseguido?

Creo que el Gobierno ha desatendido los problemas de pobreza y desempleo (en el primer trimestre de 2013 se ha registrado una tasa de desempleo de 25,2% ), y que debería ahondar más en las políticas de género.

Cuando estuve viviendo en Ciudad del Cabo, me sorprendió que algunos sudafricanos, sobre todo coloureds (mestizos), me confirmaron que vivían mejor bajo el Gobierno del Apartheid, ya que el ANC ha instaurado políticas de acción positiva, como las cuotas en la universidad, para los negros, pero no tantas para los coloureds ¿Qué opina de las políticas raciales que se han implementado?

Olvidar es muy fácil, cambiar las cosas no lo es tanto. Creo que no se puede comparar la época, y el Estado que tenemos ahora, con cómo vivíamos durante el apartheid; una dictadura que no respetaba los derechos humanos, y que la Policía actuaba con una violencia extrema. Podemos estar agradecidos por lo que tenemos. Además,si los ciudadanos no están de acuerdo con las medidas que se están llevando a cabo, solo tienen que votar y escoger al partido que mejor les represente. Este derecho no existía durante el apartheid, y debemos saber cómo usarlo.

¿Considera que los coloureds (mestizos) tienen suficiente representación en el Parlamento?

No quiero pensar en Sudáfrica en términos de raza, porque en el pasado se diferenciaban blancos de negros e indios de coloureds. Creo que lo más importante es que ahora todos los grupos étnicos tienen voz, y voto. Sean negros o coloureds. Deberíamos centrar nuestras políticas en las verdaderas preocupaciones de nuestra sociedad: el desempleo, la desigualdad de género y la pobreza, dejando el pasado atrás.

Usted conoció personalmente a Mandela, ¿cómo lo describiría?

Para mí era un ícono. Me acuerdo que cuando salió de la cárcel vino a la provincia donde trabajaba, en KwaZulu-Natal. Estuvo hablando con mujeres y niños, víctimas de violencia, sin casi presentarse, ni decir que era un gran líder. Era una persona humilde y su principal virtud es que sabía escuchar a los demás.

¿Se imagina una Sudáfrica sin él?

Es difícil, pero lo más importante es recordar lo mucho que él nos ha dado. Creo que vamos a tardar mucho en encontrar una persona que sacrifique tanto por su pueblo como él lo ha hecho. Pero Mandela se hizo a sí mismo aprendiendo a los demás. Puede que en el futuro emerja otro líder como él.