Turquía preocupa a la OTAN al adquirir un sistema antimisiles chino

La compañía encargada del proyecto ha sido sancionada por EE.UU. por violar el embargo contra Irán y Corea del Norte

Turquía preocupa a la OTAN al adquirir un sistema antimisiles chino afp

daniel iriarte

La decisión de Turquía de adquirir el sistema de defensa antimisiles FD-2000 de manos de la empresa China Precision Machinery Import and Export Corp (Cpmiec, por sus siglas en inglés) ha causado preocupación en el seno de la Alianza ... Atlántica. La compañía se encuentra sometida a sanciones estadounidenses desde el pasado febrero por violar los embargos contra Irán y Corea del Norte.

Uno de los primeros en alzar la voz fue el embajador estadounidense en Turquía, Francis Ricciardone , quien protestó: «Nos preocupa aquella compañía y su papel como diseminador de tecnología de armamento nuclear en el mundo». «No es un sistema de la OTAN. China no es miembro de la OTAN. Este es solo uno de los asuntos en juego», comentó el diplomático.

En estos últimos días, ha sido el propio secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen . «Lo importante para nosotros es que el sistema adquirido por cada país a título individual debe trabajar y operar con los sistemas de otros países. Espero que Turquía lo cumpla y que cada nación aliada se asegure de ello. Es algo que forma parte de la pertenencia a la OTAN».

«Turquía está ante todo en la OTAN»La reacción negativa, sobre todo por parte de EE.UU., ha llevado al presidente turco, Abdula Gül , a asegurar que la compra «no está decidida». «Hay una lista de finalistas, y China está en cabeza . Debemos prestar atención a las condiciones, pero no hay duda de que Turquía está ante todo en la OTAN. Estos son temas multidimensionales, hay cuestiones técnicas y económicas, y por otra parte hay una dimensión de la alianza. Estamos evaluando todo ello. Turquía necesita un sistema de defensa» , afirma Gül.

Parte del Gobierno, sin embargo, defiende el trato por motivos económicos. «Los chinos nos ofrecieron el mejor precio» , indica el ministro de Defensa, Ismet Yilmaz : 3.440 millones de dólares por el desarrollo completo del proyecto, mientras que el resto de países que participaban en la puja -Rusia, EE.UU. y varios estados europeos- pidieron en todos los casos más de 4.000 millones. «Habíamos solicitado una producción conjunta y una transferencia de tecnología. Si otros países no pueden garantizarnos eso, tendremos que volvernos hacia los que sí pueden», afirma Yilmaz.

Otros altos funcionarios insisten en que, en cualquier caso, el sistema será compatible con la tecnología de la Alianza Atlántica . «Como parte del programa, una compañía de defensa turca se encargará de integrar el sistema de defensa aérea dentro de una red operada por la Fuerza Aérea turca. Esto implicará también una integración con los activos de la OTAN», dice Murad Bayar , subsecretario de Adquisiciones de Defensa de Turquía.

Fuga de información

«Casi toda la producción de los misiles se haría en Turquía» , indica Bayar, quien rechaza las críticas sobre una posible fuga de información tecnológica sobre los sistemas de la Alianza a China. «Turquía es un país que cumple con sus compromisos internacionales y, por lo tanto, nunca comparte tecnología o productos adquiridos de un tercer país y producidos en Turquía para darles una licencia de usuario final», asegura. «Turquía ha estado llevando a cabo proyectos con más de un país, y siempre se han tomado las medidas necesarias para proteger la información», asevera.

Pekín pide que «no se politice la puja comercial»También China defiende el trato. «La cooperación entre la compañía china y Turquía es una cooperación normal entre los dos países. Esperamos que todas las partes relevantes puedan ver esta cooperación de forma objetiva y racional, y que no se politice una puja comercial normal» afirma el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying .

Estas garantías, sin embargo, no convencen a los expertos en asuntos militares. «Los dos sistemas tendrán que utilizar necesariamente software diferente para decidir entre amigos o enemigos. Como resultado, el temor es que sin una integración completa el sistema chino podría causar incidentes de fuego amigo en ciertos pasillos aéreos» , explica el Centro de Estudios Económicos y de Política Exterior de Ankara.

«Virus» en la OTAN

En otras palabras, el mayor problema es la dificultad de integrar el armamento chino en el llamado sistema de Identificación de Amigo o Enemigo (IFF, por sus siglas en inglés), que opera en un código especial llamado Modo 5. Un oficial de defensa de la OTAN en Ankara, entrevistado por el diario «Hürriyet Daily News» , califica la iniciativa de «virus en el seno de la Alianza Atlántica».

De concretarse, el acuerdo supondría la instalación de 288 proyectiles antimisiles , desplegados en cuatro lanzaderas distribuidas por diversos puntos del territorio turco. El trato, afirma Bayar, podría cerrarse en seis meses .

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