CHINA
Seis años de cárcel por una pequeña explosión en el aeropuerto de Pekín
Los internautas se solidarizan con el condenado, que protestaba contra la Policía por dejarlo paralítico de una paliza en 2005
PABLO M. DÍEZ
Seis años de cárcel. Esa es la condena que le ha caído a Ji Zhongxing , un paralítico de 34 años, por provocar una pequeña explosión en el aeropuerto de Pekín el pasado 20 de julio. De esa forma protestaba contra las ... autoridades locales, a las que venía exigiendo justicia desde que una paliza propinada por policías de la ciudad de Dongguan , en la provincia sureña de Cantón (Guangdong) , le postrara en una silla de ruedas en 2005. Aunque la detonación fue de escasa potencia y no hirió ni mató a nadie, Ji Zhongxing perdió su mano izquierda.
La sentencia, anunciada por el Tribunal del Distrito de Chaoyang en su «microblog» de internet, amenaza con despertar una nueva ola de solidaridad con el condenado, quien repartió panfletos explicando su caso y advirtió a los pasajeros que se retiraran antes de detonar un pequeño explosivo en una de las llegadas de la terminal 3 de Pekín.
Según informa la agencia France Presse, el tribunal ha justificado el fallo en su cuenta de Weibo , la copia china del censurado Twitter , asegurando que «la gente no debe poner en peligro la seguridad pública con actos extremos para defender sus derechos». Pero numerosos internautas ya han mostrado su apoyo a Ji Zhongxing al cuestionar que «los burócratas chinos y las denominadas leyes defiendan los derechos de los estratos más bajos de la sociedad» y criticar los abusos que sufrió hasta que, desesperado, decidió inmolarse públicamente para llamar la atención sobre su caso.
Nacido en 1979 en la provincia oriental de Shandong , Ji Zhongxing trabajaba en Dongguan, donde unos policías le propinaron tal paliza que lo dejaron minusválido. Desde entonces, venía exigiendo justicia sin éxito hasta que optó por inmolarse en el aeropuerto de Pekín, una medida drástica pero habitual entre los agraviados por las injusticias sociales en China, que en ocasiones escogen tan mortíferas maneras de protestar para descargar su rabia. Es el caso, por ejemplo, del incendio provocado el pasado mes de junio en un autobús de Xiamen , en la provincia de Fujian , que costó la vida a 47 personas. Tal y como informaron después los medios chinos, el autor del incendio, que se inmoló en el autobús, protestaba así contra las autoridades por haber perdido su pensión.
180.000 protestas ciudadanas al año
En 2008, poco antes de los Juegos Olímpicos de Pekín, dos autobuses estallaron en la ciudad sureña de Kunming y otro más lo hizo en Shanghái , dejando en total cinco muertos. En enero de 2005, un minero de la región musulmana de Xinjiang se inmoló con dinamita en otro autobús lleno de pasajeros, matando a diez personas. El motivo: llamar la atención por no haber conseguido una indemnización tras perder los dedos de una mano en un accidente laboral.
En China se registran cada año 180.000 protestas contra los abusos y la corrupción de las autoridades, sobre todo por las expropiaciones irregulares de las tierras de los campesinos por parte de los Gobiernos locales para dar «pelotazos» inmobiliarios en connivencia con los constructores que los sobornan.
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