Una polémica sentencia del TC amenaza con devolver a Bulgaria al caos
El malestar social ha llegado a tal extremo que el coche del primer ministro, Plamen Oresharski, fue bloqueado por los que protestaban el lunes por la noche al salir éste de la inauguración de una exposición
Una polémica sentencia del TC amenaza con devolver a Bulgaria al caos
El TC dictó una muy polémica sentencia –de forma y de contenido– que está a punto de explosionar la aparente calma social que existe en Bulgaria y podría producir una nueva ola de protestas de consecuencias impredecibles. Hace cuatro meses los búlgaros se lanzaron ... a las calles para manifestar su descontento por el nombramiento de Delyan Peevski , diputado del Movimiento de Derechos y Libertades , partido de la minoría turca, como jefe de la Agencia para la Seguridad Nacional. Tres días después de asumir el cargo, éste tuvo que dimitir presionado no sólo por el descontento que produjo el haberse entregado este cargo a un magnate mediático de dudosa reputación, sino presionado por algunas de las fuerzas políticas que lo habían nominado.
Peevski intentó entonces volver a ocupar su escaño, pero el centroderechista partido opositor GERB, adujo una cláusula de la ley que le impedía hacerlo una vez jurado el cargo en la administración. El caso fue llevado al TC que a últimas horas del pasado lunes sentenció sorpresivamente a favor del retorno de Peevski al legislativo . Según la ley, al menos siete de los doce magistrados deben votar a favor de una sentencia, pero en este caso hubo seis a favor, cinco en contra y una abstención. Consultado por ABC, Dimitar Gochev, miembro del TC de 1994 a 2003, afirmaba que con semejante votación «no hay mayoría y no se puede dictar sentencia; ésta no es efectiva».
Esa misma tarde e intuyendo presiones políticas al dictar sentencia, los manifestantes volvieron a salir a las calles para protestar. «No estoy convencido en la independencia del TC. Su prestigio está cuestionado y puedo sospechar que ha habido influencias políticas», afirmaba Rumen Nenkov, uno de los magistrados que votó en contra.
El catedrático de Derecho Constitucional, Gueorgui Bliznashki, comentaba al respecto que esta decisión sienta un precedente y «se trata o bien de incompetencia de los magistrados o corrupción, aunque prefiero pensar en lo primero».
Primer ministro acosado
El malestar social llegó a tal extremo que el coche del primer ministro, Plamen Oresharski –político constantemente abucheado en cada aparición pública por una multitud que exige su dimisión-, fue bloqueado por los que protestaban el lunes por la noche al salir éste de la inauguración de una exposición. El vehículo y la escolta estuvieron retenidos a lo largo de diez minutos mientras la gente sacudía el vehículo hasta que, con la ayuda de policía motorizada, lograron romper el cerco.
«La decisión del Constitucional vuelve a crear división en la sociedad y a crispar los ánimos » nos comentaba el exmagistrado Dimitar Gochev, quien estima que el clamor popular puede desembocar en una situación que haría que el país volviera a los primeros años de disturbios en los albores de la democracia.
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