La oposición turca acusa a Erdogan de espionaje político
Un diario revela la existencia de expedientes secretos sobre diputados opositores y micrófonos ocultos
DANIEL IRIARTE
¿Está el gobierno turco utilizando los recursos del estado para espiar a sus oponentes políticos? Eso es lo que aseguran desde el Partido Republicano Popular (CHP), la segunda fuerza política de Turquía, de ideología secularista y kemalista. El escándalo se ha producido esta semana, ... después de que el diario «Hürriyet», cercano a esta formación política, revelase la existencia de expedientes sobre al menos una quincena de miembros prominentes de este partido.
El periódico publicó las fichas de ocho diputados del CHP, en las que se detalla su educación y otros detalles que pretenden ser comprometedores, como los contactos con políticos y analistas extranjeros. En algunos casos, incluso se les llega a acusar de algún delito grave: sobre el diputado Ilhan Cihaner, por ejemplo, el expediente afirma que «ayudó al PKK [la guerrilla kurda] en la región de Samsum en el Mar Negro mientras servía como fiscal público».
La revelación coincide además con el hallazgo de sofisticados micrófonos espía en puntos de reunión de destacados opositores. Miembros del CHP encontraron el pasado día 14 varios de estos aparatos en una sala de conferencias de un hotel de Estambul donde iba a tener un importante encuentro privado del partido con miembros de la Cámara de Arquitectos de Ankara, cuya oposición a varios importantes proyectos urbanísticos del gobierno, entre ellos las obras del parque Gezi que desataron la revuelta del pasado junio.
«No pueden tolerar a la oposición»
El líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, no ha dudado en acusar al propio primer ministro Recep Tayyip Erdogan de ser el responsable de esta vigilancia. «Ya he dicho antes que Erdogan se ha hecho con el control total del estado, y ahora ha puesto al CHP en su punto de mira. Este es el punto en el que nos encontramos», asegura al diario «Hürriyet».
«No pueden tolerar a la oposición. Han puesto a las instituciones del estado contra la oposición principal. Quiero que todo el mundo sepa lo grave que es la situación. Es incorrecto que la inteligencia y las organizaciones de policía reúnan información ilegítima sobre la oposición y se la pasen a Erdogan, intentando mantenerla bajo estrecha vigilancia, dirigirla y controlarla», afirma Kiliçdaroglu.
Las acusaciones han sido negadas tanto por Erdogan como por el presidente Abdullah Gül. «No conocemos el arte de poner a la gente en listas negras. Tampoco hay iniciativas de este tipo. Sé que mis amigos y yo estuvimos en listas negras, pero nunca hemos recurrido a algo parecido«, ha asegurado Erdogan. Gül ha dicho que él jamás ha recibido «ninguna información semejante».
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