Soweto espera noticias de Nelson Mandela
Soweto espera noticias de Nelson Mandela
Cuando Nelson Mandela llegó al número al 8115 de Orlando West en 1947, esta barriada para trabajadores negros aún no era parte de Soweto (South Western Township). Unos años después, con la victoria del apartheid, se convertiría en el gueto negro de Johannesburgo y en ... el foco de la lucha contra la segregación racial.
Soweto vio la matanza de 1976, en la que la policía abatió a más de un centenar de estudiantesAllí, su exmujer Winnie Mandela mantuvo con mano férrea la militancia del movimiento de liberación y el nombre de Nelson Mandela, prohibido durante los años oscuros del apartheid.
Soweto vio la matanza de estudiantes de 1976, en la que la policía abatió a más de un centenar de estudiantes, y las reuniones políticas camufladas en los servicios religiosos de la iglesia católica de Regina Mundi .
Mandela devolvió al barrio que luchó por su liberación el legado de la nueva Sudáfrica de la igualdad racial, y como gesto, su aparición última aparición pública en el Soccer City de Soweto durante el Mundial de fútbol de 2010.
Aquella barriada sin agua ni electricidad, es hoy un incipiente foco turístico que venera su nombre. En la calle Vilakazi , donde se encuentra su casa, han florecido los restaurantes y las tiendas de souvenirs, que traen por primera a ciudadanos blancos al viejo gueto negro.
«Soweto ama a Mandela»
Soweto espera en tensa calma la llegada de noticias sobre su héroe, mientras la familia de Mandela se acaba de reunir de urgencia en el hospital, esperando las tráginas noticias. El expresidente se encuentra en estado crítico y es mantenido con vida de manera artificial en el hospital de Pretoria donde fue hospitalizado el pasado 8 de junio.
«Estamos muy preocupados. Rezamos por él todos los días para que Dios no le abandone»“Soweto ama a Mandela porque luchó por nuestra libertad. Peleó por nosotros, y cuando salió de la cárcel volvió aquí cuando podría haberse instalado en cualquier lugar como futuro presidente”, explica Timothy Phiri, un comerciante de la calle Vilakazi que ahora vende camisetas con la efigie de Mandela.
Los ciudadanos de Soweto aguardan, como aguardan los medios de comunicación frente a su casa, con torretas colocadas en las viviendas de enfrente para grabar la reacción de los vecinos de uno de los personajes más relevantes del siglo XX.
“Estamos muy preocupados. Rezamos por él todos los días para que Dios no le abandone”, asegura Patience Mokoena, residente de Meadowlands, la zona más pobre de Orlando West. “Significa mucho, es como un padre para los habitantes de Soweto. Es nuestro héroe, lo hizo todo por nosotros”.
«Como un cumpleaños»
Su abuela, Torrence Mtolo, recuerda el día que Nelson Mandela regresó a su casa de Vilakazi tras su puesta en libertad en 1990. Fue como una gran fiesta, “como un cumpleaños”.
“Antes aquí no había trabajo, muchísima pobreza, no había escuelas, pero Mandela llevó a todos al colegio sin tener que pagar”, recuerda Mtolo.
Los turistas que visitian su residencia, hoy un museo, tampoco son ajenos a la salud crítica del expresidente.
«Antes aquí no había trabajo, muchísima pobreza, no había escuelas, pero Mandela llevó a todos al colegio»“Cuando programamos nuestro viaje, hace un año, ni siquiera sabíamos que lo encontraríamos en esta situación. Es conmovedor. Hasta que no ves este lugar, por lo que tuvo que pasar, sus comienzos, no puedes imaginar lo que tuvo que sacrificar por el bien de todos los seres humanos”, asegura el californiano Joe Souborn a las puertas del número 8115 de Vilakazi Street.
El día de su muerte será “como una celebración religiosa”, asegura Patience Mokoena. Los habitantes de Soweto llorarán como todos los sudafricanos la muerte de Nelson Mandela, el padre de la patria; pero también al hombre que nunca quiso separarse de sus vecinos de la calle Vilakazi.
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