Se entrega a las autoridades somalíes uno de los principales líderes espirituales de Al Shabab
El clérigo radical Hassan Dahir Aweys había acusado en los últimos tiempos a la cúpula de la milicia islamista de monopolizar la «yihad» en función de sus intereses
Se entrega a las autoridades somalíes uno de los principales líderes espirituales de Al Shabab
El clérigo radical Hassan Dahir Aweys, considerado uno de los principales líderes espirituales de la milicia islamista de Al Shabab, se ha entregado a las autoridades de la región de Himan y Heeb, según confirmó el portavoz del Gobierno local.
«No está en la ... cárcel, dada su avanzada edad, sino que se encuentra bajo vigilancia en una vivienda», reconoció Mohamed Omar Hagafey, representante estatal. «Hemos seleccionado a un comité integrado por funcionarios de alto rango de la administración para decidir qué hacer a continuación», añadió
El líder islamista había huido hacia la localidad costera de Hobyo (histórico puerto pirata). Por ello, cuando la administración regional se enteró de la presencia del líder de Al Shabab en sus fronteras, envió un equipo de fuerzas especiales para lograr su rendición.
La entrega de Aweys -que desde 2001 figuraba en la lista de terroristas globales de Estados Unidos- supone un serio golpe a la milicia islamista.
Aunque las divisiones ya eran evidentes. A comienzos del pasado año, Aweys atacaba duramente al actual líder del grupo, Ahmed Abdi Godane, y al resto de la cúpula de Al Shabab, acusándolos de haber monopolizado la «yihad» en función de sus intereses, así como de extender internacional del conflicto de Somalia mediante la matanza de inocentes.
El peso de Aweys no es menor. Considerado el «yihadista» más importante de la región y una clásica figura antagónica en Somalia, este clérigo fundó a comienzos de 2009 la milicia de Hizbul Islam, grupo armado que debía servir de alternativa a la ideología extrema de Al Shabab.
Sumisión a Al Qaida
Sin embargo, solo un año y medio después y tras numerosas derrotas en el campo bélico y moral, Aweys era obligado a firmar un documento en el que anunciaba su adhesión a Al Shabab. Y más doloroso aún, su figura quedaba degradada a la de simple «guerrero» del movimiento, mientras que Godane asumía la categoría de ayatolá o líder supremo en la «guerra santa» de Somalia.
Una herida pública, gangrenada desde entonces, y que en febrero pasado volvía a abrirse tras la adhesión pública de Al Shabab a la red terrorista de Al Qaida: En un vídeo de 15 minutos, Godane juraba entonces lealtad «con el libro de Dios y la 'sharía' de su profeta, y obediencia en la orientación y en la obligación». Demasiada sumisión para Aweys.
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