¿Estarías dispuesto a comprar la casa de un asesino?

Ahora, tras la muerte de su madre Wenche Breivik a los 66 años de edad, el apartamento de cuatro habitaciones , situado en el distrito de Skoyen, se ha puesto en venta por 408.000 euros, tal y como publica el periódico «Dagbladet».

Esta oferta llega después de que Breivik hubiera renunciado a su herencia esta misma semana para que el Gobierno no le confiscase todos sus bienes y ofrecérselos a las familias de las 77 víctimas de la fatal tragedia perpetrada por él mismo el 22 de julio de 2011.

Anders Breivik hizo estallar un coche bomba frente a las oficinas del gobierno de Oslo matando a ocho personas para después dirigirse a la isla de Utoya y matar a 69 personas en un tiroteo en el campamoneto de verano de las juventudes del Partido Laborista.

Fue en el piso que ahora se pone en venta donde, según los fiscales del juicio, Breivik estuvo durante cinco años elaborando su plan mortal, por el que ha sido condenado a 21 años de cárcel , la pena máxima permitida por la ley noruega.

Marie Mindresunde Moen, la agente inmobiliario que se encarga de la comercialización de la propiedad, aseguró en un correo electrónico al diario «Dagbladet» que tenía la esperanza de conseguir la venta. «Llevaremos a cabo esta venta como la de cualquier otro tipo de vivienda», advirtió.

Durante el juicio, la madre del propio Breivik aseguró sentirse aterrorizada de su propio hijo desde que tenía cuatro años. «Era un niño hiperactivo, agresivo, incapaz de sentir alegría o placer», confesó Wenche, quien mandó a su hijo a un hogar de acogida que le trataran sus problemas psicológicos.

23 años después, cuando Anders volvió a casa en 2006 , aseguró seguir sintiéndose aterrada después de que él insistiera sentarse encima de ella en el sofá y tratar de besarla. «Me sentía como si estuviera en la cárcel. Era muy incómodo». Breivik y su madre se reunieron a principios de marzo en la prisión de Ila, donde el asesino está detenido, según su abogado, el Sr. Jordet.