Los dos conversos de Londres se radicalizaron a la luz pública durante años

Uno de los sospechosos de matar a un soldado en la capital británica participó desde 2005 en protestas y actividades de grupos islamistas

Los dos conversos de Londres se radicalizaron a la luz pública durante años daily telegraph

borja bergareche

A Michael Adebolajo, de 28 años, y Michael Adebowade, de 22, la policía británica no ha podido todavía ni interrogarles ni acusarles formalmente por unos hechos que fueron retransmitidos casi en directo en la primera «rueda de prensa terrorista en plena acera del ... siglo XXI» , en expresión de la especialista en comunicación de la Universidad de Columbia, Emily Bell. Los sospechosos de asesinar a cuchilladas al soldado Lee Rigby el pasado miércoles permanecían ayer hospitalizados. Y las fuerzas de seguridad, que no les detuvieron al amparo de la legislación antiterrorista sino del procedimiento criminal común, no han podido extraerles toda la información sobre unos hechos que ninguna voz oficial británica ha calificado aún de «atentado» .

Un vídeo desvelado ayer por el «Daily Mirror» muestra cómo, ante la llegada del primer BMW serie 5 con agentes armados de Scotland Yard, Adebolajo corre hacia el vehículo con intención de atacar a la agente que lo conducía . Por el camino deja caer un cuchillo, y es abatido con dos disparos de los otros agentes que iban en el vehículo. Adebowade, por su parte, apunta con una pistola a los agentes mientras corre igualmente hacia el coche policial dando un rodeo por la izquierda. Con los tres agentes ya fuera del vehículo, es derribado en dos tandas de disparos. En total, suenan hasta ocho tiros . Los expertos describen este final como un caso de intento de «suicidio por disparo policial», motivado probablemente por la veneración del martirio del yihadismo.

Mientras, el soldado Lee Rigby, de 25 años, yacía en el suelo, colocado en medio de la calzada a modo casi de reclamo. «No te esperas que les ocurra esto cuando están en Gran Bretaña, das por hecho que aquí están seguros», explicaba ayer, entre lágrimas, su mujer Rebecca , en una rueda de prensa junto a la madre del soldado y su padrastro. Numerosos miembros de las Fuerzas Armadas británicas han querido mostrar su repulsa y orgullo luciendo -en contra de la recomendación inicial del ministerio de Defensa- sus uniformes en la calle y las redes sociales. Y decenas de ciudadanos seguían depositando flores ayer en los aledaños del cuartel de Woolwich , que será visitado el viernes que viene por la Reina Isabel II, en una visita programada antes del ataque.

Los servicios de inteligencia han confirmado que ambos sospechosos han sido objeto de seguimiento por su proximidad a círculos radicales, pero solo como personajes «periféricos» . Y la Comisión de Seguridad e Inteligencia del parlamento británico ha decidido abrir una investigación ante el aluvión de indicios de que podrían haberse radicalizado delante de sus narices. «El primer ministro quiere una investigación sobre lo que se hizo bien y lo que se hizo mal», dijo el ministro Eric Pickles. El titular de Comunidades ha reconocido lo inevitable: el gobierno no tiene ni recursos ni amparo legal para «espiar, seguir, controlar o detener 24 horas al día» a las 2.000 o 3.000 personas que figuran en sus listas de radicales.

Distintos medios han publicado imágenes en las que Adebolajo -nacido el 10 de diciembre de 1984 en Lambeth (sur de Londres)- figura como participante en protestas islamistas delante de un juzgado londinense en 2006, delante de una comisaría en Paddington en 2007 y, en abril de aquel año, en un acto contra la presencia de tropas británicas en Afganistán de un grupo filo-yihadista en Luton, ciudad en la que la policía desarticuló el mes pasado un intento de atentado contra unas instalaciones militares de dos seguidores de al-Muhajiroun, el grupo en el que Adebolajo habría incubado su fanatismo.

Listo y simpático

El joven es descrito como un alumno «simpático», «muy listo» y buen jugador de fútbol que, a los 17-18 años, comenzó a frecuentar bandas, fumar marihuana y a llevar un cuchillo. Nada fuera de lo común en ciertos barrios del noreste de la capital. Sus padres, nigerianos de religión cristiana , decidieron mudarse en 2002 para alejarle de las malas influencias. Pero Michael volvió a Londres para estudiar en el Greenwich College a finales de 2003. En ese periodo es cuando el clérigo radical Omar Bakri Mohamed , expulsado al Líbano como líder espiritual del ilegalizado al-Muhajiroun, «tuteló» su conversión.

«Me acuerdo de él, los conversos recibían una atención especial... en 2004 los musulmanes sentían mucha presión por las nuevas leyes y la guerra en Irak», explica a «The Guardian» Bakri desde Beirut. «Estaba en nuestra frecuencia ideológica», ha explicado Anjem Choudary, líder de las nuevas siglas que adoptó después el grupo ilegalizado, como Islam 4 UK. Choudary, quien se negó el jueves a condenar el ataque en la BBC , ha confirmado que Adebolajo les frecuentó entre 2005 y 2011. Se cree que el otro sospechosos, Michael Adebowale, de 22 años, siguió un camino similar de conversión y radicalización. «Desapareció un tiempo y volvió con las maneras del Islam», explicaba una amiga de la familia a «The Times». La policía, que ha registrado su piso en Greenwich en las últimas horas, informó ayer que dos mujeres de 29 y 30 años detenidas el jueves han sido puestas en libertad sin cargos, mientras que un joven de 29 años considerado como posible cómplice sigue detenido.

Los dos conversos de Londres se radicalizaron a la luz pública durante años

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios