Cinco muertos en choques entre musulmanes y cristianos

También han circulado innumerables versiones contradictorias acerca de la chispa que hizo estallar la violencia. Las fuentes policiales han señalado que la trifulca se originó por una discusión entre un taxista musulmán y una pasajera cristiana, que derivó en enfrentamientos en los que fue atacada la iglesia de Mar Girgis. El destacado activista copto Mina Zabet ha explicado que el origen de la pelea no tuvo una motivación sectaria, pero que, tras la muerte de un joven musulmán, se desataron choques a gran escala que fueron instigados por clérigos radicales islámicos, que llamaron a los musulmanes a atacar a los cristianos. Viviendas y comercios propiedad de coptos en la ciudad fueron incendiados por grupos de exaltados, así como la guardería de la iglesia, ha detallado Zabet. Según la edición digital del diario oficialista 'Al Ahram', la violencia comenzó después de que unos menores dibujaran unos 'grafitis' insultantes en los muros de un instituto dependiente de la institución islámica de Al Azhar.

La refriega ha vuelto a poner en evidencia la complicada convivencia de la mayoría musulmana con los cristianos coptos (que representan en torno a un 10% de la población egipcia), quienes, tras la victoria electoral de Mursi, se sienten desprotegidos ante los elementos islamistas más radicales.

Una delegación del gubernamental Partido Libertad y Justicia (PLJ, brazo político de los Hermanos Musulmanes) se ha desplazado al lugar para celebrar una reunión en la iglesia Mar Girgis con los clérigos cristianos y las familias afectadas. El exdiputado Abdala Eliua, que encabeza la delegación, se ha reunido con el párroco del templo, el padre Sorial Yunan, con quien ha acordado trabajar para tranquilizar la situación y recuperar la normalidad.

El presidente del PLJ, Saad Katatni, ha calificado lo sucedido como "grave e inaceptable", y lo ha achacado a "quienes quieren incendiar Egipto y crear crisis". Por su parte, el gran imán de Al Azhar (la máxima institución islámica del país), Ahmed al Tayeb, también ha condenado los "lamentables sucesos en Al Jusus, que terminaron con la vida de ciudadanos inocentes", y ha pedido en un comunicado "mantener la unión del pueblo egipcio ante las discordias sectarias".

El papa de la iglesia copta, Teodoro II, elegido el pasado noviembre, enviará a varios obispos para celebrar las exequias por las víctimas, la mayoría de las cuales eran cristianos. Los coptos denuncian que, tras la elección de Mursi como presidente, el número de enfrentamientos sectarios en Egipto ha crecido y acusan a las fuerzas de seguridad de no proteger a sus fieles ni sus intereses.

Pese a ello, el director de los servicios de seguridad de Qaliubiya, el general Mahmud Yusri, ha señalado a la agencia oficial Mena que no se registra una huida masiva de familias cristianas de Al Jusus, como se ha difundido en algunos medios egipcios. Yusri ha agregado que las fuerzas de seguridad se han desplegado para garantizar la seguridad en la zona.