El escándalo Cahuzac hunde la credibilidad de Hollande

La controvertida cuenta bancaria en Suiza —en la que el exministro Jérôme Cahuzac depositó durante veinte años cientos de miles de euros no declarados al fisco— fue abierta por un abogado que también es consejero político de Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN, extrema derecha). Causa sorpresa la ligereza con la que la familia Le Pen está tratando el fabuloso escándalo Cahuzac, como si temiese la contaminación de sus amistades peligrosas con un exministro socialista.

Esa misma prudencia ha sorprendido en las reacciones de Jean-François Copé, presidente en funciones de la UMP (el partido de Nicolas Sarkozy): su hermana es la abogada de la esposa de Cahuzac, en trance de divorcio, también al corriente de las cuentas bancarias suizas del exministro socialista. ¿Podían ignorar los servicios de seguridad lo que sabían varios abogados de derecha y extrema derecha? Manuel Valls, ministro del Interior, ha intentado sofocar los rumores crecientes y concordantes, al afirmar que no han existido «investigaciones paralelas».

En primera línea de sospechas figura igualmente el ministro de Economía, Pierre Moscovici, bajo cuya tutela trabajó Cahuzac como titular de Presupuesto. Moscovici ya fue íntimo de Dominique Strauss-Kahn cuando el expresidente del FMI era el socialista más famoso de Francia y Europa. Varios analistas han subrayado la «ligereza» de un ministro de Economía que descubre por la prensa las cuentas en Suiza de otro ministro sometido a su tutela gubernamental.

El exministro de Defensa Hervé Morin, conocedor emérito del funcionamiento de los servicios de seguridad, comenta, no sin cierta ironía: «Los rumores corrían desde hace años. En París se decía que nueve de los diez cabellos trasplantados por Cahuzac a sus riquísimos clientes se pagaban en dinero negro. ¿Adónde iba ese dinero? ¿No conocían los servicios de seguridad lo que se decía en todas las cenas políticas parisinas? Esas informaciones suelen llegan muy pronto al despacho del jefe del Gobierno y el presidente».

Para colmo de desdichas, se ha descubierto que el tesorero de la campaña electoral de François Hollande en 2012, Jean-Jacques Augier, también ha tenido una cuenta bancaria en otro paraíso fiscal, en las Islas Caimán. Se trataría de una cuenta «legal», cuya revelación ha causado estupor: el tesorero de una campaña socialista, guardando su dinero bien lejos del fisco francés.