Kenia contiene el aliento a la espera de conocer a su próximo presidente
Tras la afluida y pacífica jornada electoral del lunes, Uhuru Kenyatta, acusado por el Tribunal Penal Internacional de orquestar la ola de violencia post electoral de 2007-2008, y el primer ministro, Raila Odinga, se disputan un reñido recuento
EDUARDO S. MOLANO
Kenia contiene el aliento a la espera de saber quién será su próximo presidente, después de la afluida jornada electoral celebrada el lunes.
«Llegué a las cuatro de la mañana para votar. Quería demostrar a la clase política que el pueblo keniano solo desea ... la paz», reconocía a ABC Moses Chapia quien, tras más de 9 horas de espera, finalmente ejercía su derecho a voto en uno de los centros electorales del popular barrio de Mathare, en la capitalina Nairobi.
A pesar de las kilométricas colas que obligaron a extender la jornada electoral hasta la tarde en varias localidades, los comicios fueron celebrados sin apenas incidentes de gravedad, demostrando los anhelos del pueblo keniano por cerrar las heridas de la ola de violencia post electoral de hace cinco años.
En aquel entonces, más de 1.300 personas perdían la vida y 300.000 eran desplazadas ante las acusaciones de fraude lanzadas por el actual primer ministro, Raila Odinga, contra el presidente, Mwai Kibaki, tras ser derrotado en unas elecciones en las que partía como favorito.
«Este año tan solo hemos registrado algún problema de electores con falta de información sobre el proceso. Pero la jornada ha sido celebrada con absoluta normalidad», destacaba a este diario Alice Nyambura, observadora electoral.
No obstante, poco antes de la apertura de los centros de voto, dos emboscadas paralelas en localidades de la costa a miembros de las fuerzas armadas, encendían las alarmas gubernamentales al provocar al menos una quincena de muertos.
La Policía apunta al grupo independentista Mombasa Republican Council como autores de ambas acciones armadas, por lo que los incidentes no estarían ligados de forma directa con el proceso electoral: la milicia tiene su origen en la creencia de un pasado histórico diferencial de la ciudad de Mombasa, que estuvo «vinculada» al sultanato de Zanzíbar hasta 1963.
Leves diferencias
Sin embargo, es ahora, acabado el proceso electoral, cuando la lucha en la arena política se recrudece.
A la espera de conocerse los resultados oficiales (la Comisión Electoral asegura poder publicarlos durante la jornada del miércoles), los últimos sondeos indicaban una leve y oscilante diferencia en la intención de voto entre los simpatizantes del primer ministro, Raila Odinga, y su polémico rival Uhuru Kenyatta, lo que llevaría a una segunda vuelta electoral.
El pasado año, el Tribunal Penal Internacional confirmaba los cargos y la apertura de un proceso contra Kenyatta, actual viceprimer ministro del Kenia, a quien se acusa de subvencionar a las turbas que provocaron incidentes durante la campaña de 2007-2008, así como de orquestar los ataques que tuvieron lugar en el Valle del Rift, una de las regiones más conflictivas del país.
Ahora, cinco años después y tras depositar su voto, el candidato recurría a un tono más conciliador al apelar a la calma y recordar que cualquier reclamación sobre la legalidad de estos comicios debe ser llevada ante los tribunales, no resuelta en la calle.
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