La extorsión y la violencia de Thomas Edison: las desconocidas causas del nacimiento de Hollywood
El célebre inventor amenazó y presionó a los productores y directores de cine que, a principios del siglo XX, no querían pagarle un impuesto por rodar sus películas en Nueva York
Hans Zimmer: «En Hollywood creí que tendría los mejores estudios... ¡y eran de la Edad de Piedra!»
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónThomas Alva Edison es famoso por haber inventado muchos dispositivos en campos como la generación de energía eléctrica, la comunicación masiva y la grabación de sonido. En especial, la bombilla, el kinetoscopio, un sistema de transmisión simultánea y el fonógrafo. Más de 1.000 ... creaciones que cambiaron la vida de millones de personas a finales del siglo XIX. En ABC ya les contamos como el científico estadounidense también impulsó, financió y participó en la invención de la silla eléctrica para ejecutar a los condenados a muerte, que le hizo ganar grandes sumas de dinero.
Lo que no mucha gente sabe es que Edison está detrás del nacimiento de Hollywood, y no de la manera más limpia, justa, creativa o bondadosa, sino a través de la extorsión, las amenazas y la violencia al más puro estilo de Al Capone. Una historia sorprendente y olvidada la del inventor, cuyas tropelías provocaron que se estableciera la primera piedra de este gigante de la industria cinematográfica en Los Ángeles. Para que se hagan una idea de las dimensiones adquiridas, en los nueve primeros meses de 2023, Warner Bros, su principal productora, ha recaudado 51.700 millones de dólares. Universal Pictures, 50.800 millones, y Columbia, 47.500.
En enero de 1995, con motivo del centenario del nacimiento del cine, Fernando Fernán Gómez escribió una Tercera de ABC sobre las creaciones de Edison a finales del siglo XIX. Sobre la explotación comercial en Francia de su kinetoscopio por parte de Charles Pathé, el actor y director español comentaba: «En el mundo de los negocios, la condición fundamental para hacer uno bueno es impedir que ese negocio lo haga otro negociante, llegando, incluso, si se es lo bastante poderoso, a recurrir al asesinato».
El inventor español del traje espacial que rechazó a la NASA porque esta no quiso usar la bandera de España
Israel VianaEl ingeniero granadino Emilio Herrera creó una «escafandra astronáutica» que la Agencia Espacial adaptó para los viajes a la Luna en 1969
Aunque Edison ya era citado en ABC y 'Blanco y Negro', poco después de fundarse estas publicaciones a finales del siglo XIX y principios del XX, no se hizo referencia a su responsabilidad en el nacimiento de Hollywood como meca del cine hasta hace muy poco. Probablemente, para no ensuciar aquel hito provocado por él como consecuencia de la extorsión que ejerció, mediante sus matones a sueldo, para que los primeros productores y directores de Nueva York y Nueva Jersey pagasen el preceptivo impuesto por usar sus inventos al rodar sus películas.
Kinestocopio
Edison había desarrollado el kinetoscopio en la última década del siglo XIX. Este consistía en una caja de madera con un orificio a través del cual, aplicando el ojo, se veían imágenes primitivas en movimiento. Edison, que era también un genio de las patentes, registró rápidamente su invento y, cuando el cinematógrafo de los Lumiére llegó a Estados Unidos, comenzó a pleitear contra los famosos hermanos franceses y a defender que el verdadero inventor del cine era él.
El 'Mago de Menlo Park', como se le conocía en la época por el terreno de Nueva Jersey donde se asentaba su laboratorio, no iba a permitir que nadie hiciera una sola película en su estado sin que él recibiera una importante cantidad de dólares. No importa que todavía hoy no esté claro quién fue el verdadero inventor del cine. De hecho, hay quien defiende que fue William Friese-Greene unos años antes, al crear un proyector que podía reproducir hasta siete imágenes por segundo.
Tras hacerse famoso con el fonógrafo (1877) y la bombilla (1879), Edison confesó que su intención era construir una máquina que «fuese a la vista lo que el fonógrafo al oído», y que al combinarlos pudiese registrar y reproducir simultáneamente imagen y sonido. Pero no fue él, sino su ayudante, el inglés William Kennedy Laurie Dickson, quien combinó el mencionado fonógrafo con la cronofotografía para crear el kinetoscopio. Aún se conservan, aunque deterioradas, algunas imágenes de una película experimental en la que se puede ver a Dickson tocando el violín frente al fonógrafo, mientras dos de sus ayudantes bailan en primer término.
«¡Lo hemos logrado!»
«¡Lo hemos logrado, muchachos!», les gritó a sus empleados. Y añadió a continuación: «Se acerca el momento en que la imagen en movimiento y el fonógrafo se combinarán con tanta naturalidad, que seremos capaces de reproducir una gran ópera en esa pantalla. Y el resultado será tan realista que los mismos críticos caerán en el engaño». Pero el éxito real de Edison fue patentarlo en 1891 y aliarse después con la casa Eastman que fabricaba el celuloide para impresionar las imágenes.
Fue así como se hizo con el monopolio de aquella incipiente industria del cine en Estados Unidos, lo que le llevó a exigir que cualquier rodaje contase con un certificado emitido por su oficina que, tras haber desembolsado considerables cantidades de dinero, permitía a los productores proyectar sus películas en público. Fue en abril de 1894 cuando en el número 1.155 de Broadway, en Nueva York, se inauguró el primer salón público de kinetoscopio, al que le siguieron otros muchos en la zona.
Los que no pagaban esa especie de impuesto revolucionario eran amenazados y extorsionados por matones a las órdenes de Edison, pero los jóvenes productores no estaban dispuestos a pagar por la patente. Se desató entonces una guerra comercial muy parecida a la que nuestro protagonista mantuvo, años atrás, con George Westinghouse por el suministro de electricidad a los hogares de Estados Unidos. Sabían que el que consiguiera ese monopolio se convertiría en uno de los hombres más ricos del país. Y lo mismo ocurriría con el cine.
Monopolios empresariales
Era la época de los 'trust', los monopolios empresariales estadounidenses, pero existía también una ley antitrust, la Ley Sherman, que daba cierta cobertura legal a los «proscritos», como los llamaba Edison por no pagar sus 'impuestos'. Aún así, el inventor se hizo dueño de las principales empresas de cine, incluyendo francesas como la de Georges Méliès y contrató a un gigantesco ejército de detectives para inspeccionar los rodajes que se producían a lo largo de la costa Este. Sobre todo, en Nueva York, Boston y Nueva Jersey.
Desde 1910, una serie de productores y directores decidieron marcharse lejos de las garras de Edison para hacer sus películas y exhibirlas sin que los matones del famoso inventor estuvieran al acecho. Escogieron la costa Oeste, a miles de kilómetros de distancia, en algún lugar lo más próximo posible a la frontera de México, donde refugiarse en caso de que los detectives del genio de las patentes los encontrara. Sin embargo, en los tres primeros años no rodaron nada.
Los primeros en hacerlo fueron el director Cecil B. DeMille y los productores Jesse Lasky y Samuel Goldwyn –este último futuro creador de la MGM– en diciembre de 1913. El día 27 llegaron en tren hasta Flagstaff, un pequeño pueblo de Arizona, convencidos de que aquel lugar árido era perfecto para rodar su película del Oeste: 'El mestizo'. Nada más poner el pie en el andén, sin embargo, les cayó encima el diluvio universal y cambiaron de idea. Continuaron hasta Los Ángeles, California, que en aquel momento tenía 300.000 habitantes. Un vecino les aconsejó que fueran al barrio de Hollywood, levantado una década y media antes. Al ver el sol, las zonas desérticas y el precio de los alquileres, no se lo pensaron dos veces.
'El nacimiento de la nación'
Cecil, Lasky y Goldwyn se hicieron con una granja y rodaron su filme, que se estrenó en 1914, considerado hoy en día como la primera película de Hollywood. Edison no apareció por allí exigiendo su dinero y el equipo respiró tranquilo. Habían conseguido su objetivo y podían pensar en nuevos proyectos, así como inspirar a otros cineastas y productores. De hecho, el gran impulsor de Hollywood como la gran meca del cine mundial fue David Wark Griffith, que llegó poco después con la idea de hacer una gran superproducción, después de los más de cuatrocientos cortos de 15 minutos que llevaba rodados. El resultado fue la polémica 'El nacimiento de una nación' (1915), de 187 minutos, que marcaría un antes y un después en aquella nueva industria.
Edison murió a los 84 años, en West Orange, en Nueva Jersey, el 18 de octubre de 1931. ABC le dedicó su portada con las palabras de homenaje del presidente Hoover: «A pocos hombres como a él les es dado llegar a ser benefactores de toda la humanidad». Durante los años anteriores Hollywood había ido creciendo y atrayendo a nuevos cineastas de la costa Este hasta que, en 1923, H.J. Whitley, un poderoso promotor inmobiliario de Los Ángeles, puso las famosas letras en la colina adyacente, 'Hollywoodland', que después se quedaron en 'Hollywood'.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete