José Luis Garci - TELEGRAMAS CINÉFILOS
C. B.
Cecil B. DeMille dirigió setenta películas. Su filmografía es un centro comercial en el que tienen cabida todos los géneros
En 1912, Cecil B. DeMille -o ‘DeMillions’- abandonó desesperado Flagstaff, Arizona, a donde había llegado para dirigir su primera película. El problema era la lluvia. No había parado de diluviar en mes y medio. Y Cecil necesitaba sol. Total, que cogió a su ... equipo de rodaje, lo subió al tren y se largaron a California. Allí encontró un lugar ideal, rodeado de naranjos. Se llamaba Hollywood . Y ahí se quedó. Para siempre. C.B. (Si Bi) era el tipo más vanidoso de ‘Movie Town’, muy poco amigo de sus colegas, un acusica durante la Caza de Brujas y de una promiscuidad legendaria… Pero, junto con Griffith, inventó nada menos que el lenguaje visual . Jamás estuvo influido por ningún otro cineasta. Todas las mañanas, con el silbato colgado del cuello, las polainas, aquellas chaquetas de corte tropical y las botas, que se las hacían a medida para que sus débiles talones soportaran las diez horas del rodaje diario; todos los días, digo, C.B. daba clases de estilo cinematográfico en el set.
Por ejemplo, prescindió de seguir a los personajes en sus entradas y salidas (esto lo vio muy bien Carlos Fernández Cuenca , nuestro gran crítico) y pasó a encuadrarlos tal y como le convenía para incrementar el ritmo. Inventó un tipo de iluminación -conocido como ‘Método Rembrandt’ - que consistía en oscurecer parte del rostro de sus intérpretes cuando la tensión de la secuencia era grande, añadiendo así un punto más de dramatismo; si el momento era romántico, entonces suavizaba la luz , la hacía difusa, para que envolviera amorosamente a los personajes. Desarrolló la profundidad de foco veinte años antes de ‘Ciudadano Kane’; creó elipsis narrativas. Filmó setenta películas. Su filmografía es un Centro Comercial en el que tienen cabida todos los géneros , desde el western a la comedia sofisticada, o desde las aventuras marinas a las bíblicas, biografías, adaptaciones teatrales, de novelas… Todo. Consolidó el cine sonoro con ‘El signo de la Cruz’, un péplum excelente. Me encantan ‘Cleopatra’, ‘Unión Pacífico’, ‘Las Cruzadas’, ‘Piratas del Mar Caribe’… y, hoy, ‘El mayor espectáculo del mundo’ y ‘Los diez mandamientos’, incontestables obras maestras , se ven tan bien como otras superproducciones tipo ‘Titanic’ o la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’.
Sin olvidar esa grandiosa ópera ‘kitsch’ llamada ‘Sansón y Dalila’ . La ves y, como decía Richard Condon , te das cuenta de que DeMille hizo más por la Historia Sagrada, por los príncipes filisteos y por la cultura danita, que los libros de Arnold Toynbee. Le quedó por filmar otro ‘(S)Exodus’.
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