Rodríguez-Ponga: «Hemos perdido el entusiasmo como sociedad por conmemorar nuestra historia»

La conmemoración por los 500 años de aquella expedición se celebra en estos años con menos atención mediática y popular de lo que merece un episodio que cambió la Historia para siempre. La pandemia, la apatía de los españoles con su historia y el hecho de que la efeméride se mueva en torno a varios años, y no en una única fecha, han diluido en gran parte las actividades con la que distintas instituciones públicas y privadas están tratado de reivindicar la importancia de esta conmemoración. Una de las instituciones culturales que más se están volcando con la fecha es la universidad privada CEU, que cuenta con su propia cátedra en Madrid y que va a celebrar en su centro de la Universidad Abad Oliva CEU , en Barcelona, la efeméride del primer contacto documentado entre europeos y habitantes del océano Pacífico con el congreso '500 años del Océano Pacífico'.

«Queremos poner a Barcelona en el mapa de las conmemoraciones de la primera vuelta al mundo. No hemos tenido absolutamente ninguna queja para organizarlo, y era necesario reivindicar también la importancia de esta ciudad», explica Rafael Rodríguez-Ponga , presidente de la Asociación Española de Estudios del Pacífico y rector del centro. Los días 3, 4 y 5 de septiembre se reunirá en la ciudad condal un grupo de expertos, entre ellos, la profesora María Saavedra; Javier Parrondo, director general de Casa Asia o Enrique Martínez Ruiz , catedrático de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid, para compartir conocimientos y debatir sobre la tonelada de novedades historiográficas que ha traído la efeméride.

–¿Qué significó la primera vuelta al mundo?

–Es un cambio de conocimientos y de mentalidad. El darse cuenta de que la Tierra realmente era redonda significó descubrir que había personas en todas partes y que todas formaban parte de la misma especie. Eso cambió nuestro conocimiento del planeta y de la humanidad.

–¿Tienen la impresión de que la efeméride no está teniendo tanta resonancia de lo esperado?

–En los 500 años del descubrimiento de América, en 1992, España entera se unió a las conmemoraciones a través de los Juegos, la Expo de Sevilla, etc. Había un entusiasmo colectivo que se podía percibir a nivel de calle. Hoy hemos perdido ese entusiasmo como sociedad y eso se nota en el poco interés que está habiendo a la hora conmemorar nuestra historia. El interés por esta efeméride en concreto se ha visto reducido a una menor relevancia de la que se debería. Es un error, porque se trata de hechos que nos configuraron como país y como especie. A nivel internacional, será interesante ver, cuando sea la conmemoración de la vuelta del británico Francis Drake , lo que pasa. Será una bonita comparación...

–¿Considera que ha sido una oportunidad perdida?

–No creo que haya sido una oportunidad perdida. Las cosas que se están haciendo se han hecho bien, aunque no hayamos encontrado el eco en la sociedad que hubiéramos esperado, sobre todo comparado con el 92. Creo que está menos asumido lo importante que fue la circunnavegación en comparación con el Descubrimiento de América . Curiosamente aquello fue una casualidad con la que se topó Colón,, mientras que la primera vuelta al mundo fue consecuencia de una decisión premeditada de Elcano de volver por el oeste. Un acto consciente que tiene más valor.

–¿Por qué tomó Elcano la decisión de volver a España dando la vuelta al mundo?

–Había dos barcos supervivientes, y se tomó la decisión de que cada uno volviera por un lado. No se sabía del todo que la Tierra era redonda, pero la suposición ya existía y solo faltaba demostrarla. Fue una decisión consensuada y meditada, aunque muy dura. Se lanzaron a la aventura.

–¿Siguen sobreviviendo lazos culturales entre España y el Pacífico?

–Ha habido con Asia y Oceanía menos presencia histórica, menos lazos familiares recientes que con América, pero sean muchos o pocos aquí estamos los que queremos mantener la llama encendida en torno a esas conexiones. Filipinas es el caso más conocido, pero hay muchos más rincones del Pacífico con relaciones antiguas y también nuevas con España. Se da el caso curioso de que en Oceanía hay más hispanohablantes que cuando esta región formaba parte del Lago español. El siglo XXI ha dado lugar a nuevos lazos.

–¿Qué queda palpable en estos países del paso de España?

–Justo conmemoramos la primera expedición europea de la que tenemos conocimiento que recorrió el Pacífico de este a oeste. Quedan huellas de ese viaje y de los posteriores de España. Se puede ver en la arquitectura, en las costumbres y en la lengua mixta, el chamorro, de la isla de Guam ; y ya no te digo en Filipinas, que usan aún el llamado idioma chabacano en sus diferentes variedades.

–¿Las actividades están sirviendo para reactivar las relaciones?

–Cada país tiene su propia historia y sus condicionamientos. Hemos observado que el viaje del buque Escuela Sebastián Elcano fue muy bien recibido en los países por los que fue pasando la expedición original. Ha sido un verdadero acontecimiento para Guam, Indonesia, Filipinas... Las conmemoraciones sirven para relanzar las relaciones internacionales, saber quiénes somos y para fomentar el estudio actual.

–A nivel historiográfico, ¿para qué están sirviendo estos años de conmemoración?

–Han servido para reforzar la figura de Elcano, que fue quien decidió volver por el Índico. A nivel académico, hemos visto muchas publicaciones, nuevas ediciones de las crónicas de Pigafetta, libros renovados... Cada día sabemos más gracias a esto.