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ABC Cultural

Los últimos de Mariúpol: los mil ucranianos que resisten en el laberinto bajo tierra de Azovstal

Desde hace días, resisten en esta acería erigida en los años treinta. La red de túneles que esconde en el subsuelo la ha convertido en El Álamo para el batallón Azov; una pesadilla por la dificultad que entraña el combate urbano para las tropas poco entrenadas

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Un grupo de civiles, en lo que autoridades ucranianas aseguran es el búnker de la acería Azovstal en Mariúpol REUTERS / Vídeo: Los habitantes de Mariúpol se refugian de los bombardeos en la planta de Azovstal - ATLAS
Manuel P. Villatoro

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En Azovstal ya no crepitan los altos hornos ni repican los martillos. De la acerera, corazón de una de las empresas metalúrgicas más grandes de Ucrania, tampoco salen los kilos y kilos de chapas gruesas que sustentaban hasta hace un suspiro los buques de ... medio mundo. Solo existe muerte en este paraje industrial que riega el mar de Azov, al suroeste del país. Los únicos sonidos que emanan sus tripas son las voces de los últimos defensores ucranianos; ese millar de combatientes que resisten en el subsuelo de la fábrica y a los que Rusia amenaza desde hace días -ahora, a golpe de hambre y sed- bajo la obsesión de cerrar, al fin, el cerco de Mariúpol .

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