La discreta preboda de Constanza Villar-Mir y Daniel: invitados, restaurante, estilismos y más

Ha empezado la cuenta atrás para Constanza Villar-Mir, la hija del conocido empresario Juan Villar-Mir de Fuentes y de Cristina Palacios. La parroquia de Santa Ana de Sevilla es el lugar elegido para la ceremonia religiosa, pero antes ha habido una preboda que ha reunido a familiares y amigos.

Para el festejo del viernes, los novios eligieron como restaurante el conocido y reputado El Balcón de Río Grande, ubicado a orillas del Guadalquivir y que cuenta con unas excepcionales vistas a la Torre del Oro, que luce espectacular por la noche, completamente iluminada.

La novia llegaba al sitio elegido completamente radiante y feliz junto a su padre, que tampoco podía dejar de sonreír entre la nube de flashes que les rodeaban. Para esta fiesta de preboda, Constanza Villar-Mir eligió un vestido de manga larga con lentejuelas acompañado por unas botas de cuero estilo cowboy. Detrás de ella entraba su hermana, Cristina Villar-Mir, acompañada de su marido, Eduardo Rodríguez García-Gasco.

Entre los invitados no faltó el popular cantante Bertín Osborne, quien quiso aparcar por un momento todo el ruido generado en torno al estado de su relación con la masajista paraguaya Gabriel Guillén y su hijo, y se dejó ver por la preboda. Eso sí, no podrá asistir a la boda, pues ha recibido la mala noticia del fallecimiento de un amigo y estará en su funeral.

También llegaron hasta el restaurante sevillano la presentadora Ana Rosa Quintana y su marido, Juan Muñoz, que se mostró tan sonriente y amable con la prensa como siempre. La presentadora eligió en esta ocasión un sencillo vestido de tirantes azul acompañado de un bolso púrpura y zapatos de tacón béis.

A la preboda de la hija de Juan Villar-Mir tampoco faltaron el empresario Israel Bayón, la chef Pepa Muñoz, propietaria del restaurante El Qüenco de Pepa, el popular y expansivo empresario José Luis López 'El Turronero', así como el matrimonio formado por los políticos Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio.

Los novios y sus invitados disfrutaron de la preboda que empezó sobre las 20:00 horas, ya con el crepúsculo, en el mágico enclave elegido a orillas del Guadalquivir. Allí pudieron degustar ambrosías a la brasa, frituras y diferentes pescados.

Cabe recordar que la elección de Sevilla por parte de los novios no es casual, pues es un escenario de marcado corte sentimental para ambos, y sobre todo para Constanza, que se casa en la finca familiar que los Villar-Mir poseen a las afueras de la capital hispalense tras celebrar la ceremonia religiosa en la parroquia de Santa Ana.