La «reboda» de Irene Villa y David Serrato: un vestido romántico, celebración por todo lo alto e invitados vip

Irene Villa y David Serrato han celebrado su segunda boda, que eso es una «reboda», después de casarse hace dos fines de semana en Burgos para poner el broche a cuatro años de relación. Lo hicieron en una celebración en la que decidieron reunir únicamente a sus familiares y amigos más cercanos, entre otras cosas porque había una exclusiva. Tenían claro que luego llegaría un evento más multitudinario y en eso ha consistido lo del viernes, dentro de un evento con ciertos tintes solidarios en el que la escritora ha vuelto a vestirse de blanco.

Irene Villa ha lucido un elegante y romántico un vestido de novia repleto de detalles. Se ha decantado por un diseño recto con corte justo debajo del pecho. Pero ha añadido un toque de originalidad y personalidad para convertir en único su look. Así, a lo largo de todo el diseño han estado presentes las aplicaciones de inspiración floral. Por todas partes.

También la capa, tan de moda en las bodas de ahora, ha tenido su punto de distinción. La escritora se ha decantado por una cortita, de largo hasta los codos, también en blanco inmaculado, y que ha llevado abierta para dejar que brillara todavía más su vestido. Como peinado, Irene Villa se ha decantado por una cómoda coleta con flequillo que ha completado con un tocado joya.

El evento se ha nutrido de numerosos invitados vip, como corresponde a figuras como Leire Martínez, Pedro Piqueras, Nerea Garmendia, el Padre Ángel o Nieves Herrero. Todos ellos han pasado por un photocall lleno de patrocinadores y se han mostrado cariñosísimos con el nuevo matrimonio.

La fiesta de la reboda tuvo lugar en el Mirador de Cuatrovientos, un complejo hostelero situado dentro del recinto del Real Aeroclub de España, de muy fácil acceso y a tan solo cinco minutos del centro de la capital. Allí se reunieron a todos los invitados para celebrar un segundo «sí, quiero» de los recién casados.

Un lugar cuenta con 50.000 metros cuadrados de extensión, suficientes para incluir unos preciosos jardines, una amplia variedad de fincas para convites con todo tipo de grupos, paredes de cristal en todas sus instalaciones, numerosos elementos decorativos así como una espectacular fuente con cascada. El lugar perfecto para una ceremonia civil de postín que incluya, como ha ocurrido con la reboda de Irene Villa y David Serrato, con un exquisito menú y baile hasta altas horas de la madrugada.

De todas las fincas disponibles, la pareja se ha decantado por «Las Palmeras», un complejo rodeado por un río enmarcado de piedra. Cuenta con capacidad hasta para 350 comensales, más o menos los que han disfrutado de la reboda de la pareja. También tiene acceso para minusválidos, videomatón, photocall, rincón de retoque de maquillaje o rincón vintage con libro de firmas para todos los invitados. No falta de nada.

El banquete corrió a cargo de chefs solidarios con Chema de Isidro al frente y los alumnos de Gastronomía Solidaria atendieron a los invitados junto al equipo del lugar. El maratoniano evento terminó con una «recena» y sesión de DJ para los más juerguistas, que hubo muchos.