Las secuelas que sufre Mario Vaquerizo tras el accidente: Alaska da el parte sobre su cuello y la pérdida de visión

El pasado 19 de octubre todos se asustaron mucho al ver la caída de Mario Vaquerizo desde una plataforma, cuando perdió el equilibrio y se estampó contra el escenario. Desde entonces, ha tenido varias estancias en el hospital y ha tenido que convivir con dos vértebras rotas y un collarín que se ha convertido en su amigo más fiel. Todavía arrastra secuelas que dificultan su día a día, aunque poco a poco va recuperando cierta normalidad. Así, reaparecerá públicamente este martes en 'TardeAR'.

También es cierto que en este tiempo Mario Vaquerizo nunca ha perdido el buen humor. Imposible, dada su efervescente personalidad. «Eso no lo ha perdido en ningún momento. El cuello todavía tiene que seguir llevando collarín, y ver no ve del todo, pero oye, para venir al programa... Como dice él: 'Oye, lo que no se me han quitado son las ganas de hablar'», ha desvelado Alaska a Telecinco entre risas.

Mario Vaquerizo se siente con fuerzas y con ánimo, y con muchas ganas de retomar lo que era su agitada vida antes del accidente. «Así que ya empieza con sus cositas habituales», ha comentado Alaska. Por supuesto, la televisión está entre esas «cositas habituales».

Lo que no está claro es si va a poder retomar a corto plazo los conciertos que tenía programados con su grupo musical. «Hasta marzo no empezaban los conciertos con Las Nancys Rubias, así que luego tendrá que hacer su rehabilitación y ya», ha comentado Alaska.

En principio, lo que menos preocupa a medio plazo es el cuello. «Es tiempo y que suelden los huesos y ya está, no es tan complicado», ha dicho la mujer de Mario Vaquerizo. En cambio, sí preocupa más el tema de la vista: «Los ojitos es lo más... Tendrá que hacer rehabilitación para recuperar la vista», ha señalado Alaska.

Mientras tanto, el Instagram de Mario Vaquerizo se ha convertido en algo así como el 'Diario de un artista en rehabilitación'. En sus redes sociales ha ido detallando algunas de sus principales actividades durante su convalecencia, como han sido recibir visitas, ponerse rulos y hasta salir de cañas con sus amigos por las calles de Madrid.

«Ecuación Vaquerizo: 1 mes de collarín + 1 mes de reposo absoluto multiplicados x dolores y dividido / por 1 nueva sesión de fotos x multiplicada al cuadrado por rulos gordos + infinita cantidad de laca muy fijadora + la raiz cuadrada de maquillaje de alta gama = Vamos mejorando !!!!», publicaba hace unos días con una foto de lo más peculiar. «A punto de recibir el alta», proclamaba esta misma semana.

Sin embargo, que reciba el alta no significa que esté totalmente recuperado, como ha señalado la propia Alaska. El artista debe seguir con su rehabilitación y con controles periódicos para ver cómo marcha su evolución. La vista es lo que más preocupa.