Sara Carbonero se embarca en un viaje «terriblemente duro y sobrecogedor»: «Vamos con todo»

El refugio estival de Almería, hogar de su gran amiga Isabel Jiménez, ha sido el escenario perfecto para que Sara y sus amigas recargaran energías. Las amigas disfrutaron de las maravillas del Cabo de Gata, con días llenos de sol, mar y la mejor compañía. Este ritual anual en la tierra natal de Isabel se ha convertido en una tradición, brindando a Sara el descanso necesario antes de enfrentar nuevos retos.

Tras este paréntesis de ocio, Sara Carbonero se embarca en una misión junto a UNICEF, organización con la que colabora desde 2017 y de la que es embajadora desde 2019. La periodista ha anunciado a través de sus redes sociales que se dirige a un viaje «terriblemente duro y sobrecogedor», destinado a visibilizar y documentar situaciones difíciles en países en desarrollo. Aunque no ha especificado el destino, Sara ha dejado claro que este viaje es crucial para remover conciencias y aportar su granito de arena a la causa humanitaria.

Este viaje llega en un momento significativo para Sara, quien ha atravesado años complicados tras su ruptura con Iker Casillas (43 años) y su lucha contra el cáncer. Ahora, con energías renovadas, Sara se muestra más consciente y agradecida por la vida. En sus recientes publicaciones en Instagram, ha compartido profundas reflexiones sobre los desafíos que ha enfrentado y la importancia de encontrar luz en medio del dolor. «De todos los viajes que podemos hacer, el más intenso, profundo y necesario siempre será hacia nosotros mismos», escribió, mostrando una nueva perspectiva de vida más positiva y centrada.

Antes de embarcarse en su misión con UNICEF, Sara también pasó tiempo en su pueblo natal, Corral de Almaguer, en Toledo. Junto a sus hijos Martín y Lucas, y rodeada de su familia, Sara disfrutó de momentos entrañables que compartió con sus seguidores a través de emotivas imágenes en redes sociales. En una de las fotos más conmovedoras, se la ve abrazando a su abuela, simbolizando la conexión y el apoyo de su entorno familiar durante estos tiempos difíciles.

Además de su labor con UNICEF, Sara ha retomado con fuerza su carrera profesional. La hemos visto de nuevo en televisión y ha continuado con sus campañas publicitarias en redes sociales. También sigue adelante con su faceta de empresaria, impulsando su marca de ropa SlowLove, junto a Isabel Jiménez, que recientemente fue adquirida por el grupo Tendam. Sara ha revelado también su deseo de escribir, un proyecto que siempre ha querido desarrollar y que parece estar tomando forma.

A pesar de los desafíos, Carbonero enfrenta el futuro con determinación y una actitud positiva. Su trabajo humanitario y sus proyectos profesionales muestran a una mujer resiliente y comprometida, dispuesta a transformar sus experiencias personales en una fuerza para el bien común. Con su mochila cargada de motivaciones y esperanzas, Sara continúa su viaje, tanto literal como metafórico, hacia un futuro lleno de posibilidades y aprendizajes.