De la prueba de ADN a la petición de cárcel: la lucha de Erika contra su padre, Samuel Eto'o

Tras tres años de pleitos, el célebre futbolista fue condenado a reconocer a Erika como su propia hija. Un proceso que se prolongó más de lo esperado. Según aseveró Osuna, Eto'o retrasó «maliciosamente el caso» al negarse, tajantemente, a someterse a una prueba de ADN que certificase, o no, si era su verdadero padre. Finalmente, el juez dictaminó que sí lo era y obligó al que fuera estrella del F.C. Barcelona al pago de una pensión de alimentos de 1.400 euros mensuales.

En su día, el juez ya lo declaró en rebeldía por desatender las notificaciones del juzgado. Cabe destacar que Erika comenzó esta contienda legal en 2019 y un año más tarde, el camerunés fue condenado al pago de una pensión de 1.400 euros «en concepto de alimentos provisionales» como una medida cautelar antes de que resolviera, definitivamente, la demanda. Por aquel entonces, y ante el retraso en dictar sentencia, la hija de Adileusa do Rosario pidió que se hiciera cuanto antes por la delicada situación económica que atravesaban ella y su progenitora.

Tras este reclamo, se llevó a cabo una vista oral que contó con varios testigos que certificaron que había existido una relación entre Eto'o y do Rosario. Además, el letrado de la joven deslizó que había «indicios o sospechas, además de pruebas» sobre la paternidad: el gran parecido físico que guardan, el testimonio de personas cercanas, documentos, la prensión de alimento, instantáneas e incluso mensajes a través de WhatsApp.

La relación entre Samuel Eto'o y Adileusa do Rosario se remonta a 1999, cuando coincidieron en un popular restaurante al que solían acudir algunos futbolistas del Real Madrid C.F. Mientras que él fue como cliente, ella trabajaba de camera. Se conocieron y mantuvieron una relación fruto de la cual nació Erika. La progenitora aseguró que llegó a desplazarse a la Ciudad Deportiva del Madrid, quince días después de dar a luz, para intentar, malogradamente, que la reconociera como su hija. Según apuntó, el camerunés le prometió hacerse cargo de ella, pero le dio un número de teléfono falso y desapareció.

No obstante, la contienda legal con Erika no es el único problema judicial en el que se ha visto envuelto el futbolista. En verano de 2022, se le condenó a 22 meses de cárcel y a hacer frente al pago una multa de 1,8 millones de euros por fraude fiscal tras quedar demostrado que defraudó a la Hacienda Pública, en los años comprendidos entre 2006 y 2009, un total de 3.8 millones de euros. Terminó admitiendo su culpabilidad y no llegó a entrar en prisión. «Voy a pagar pero siempre he hecho lo que mi padre me decía que tenía que hacer», explicó.

También ha fue condenado a tres meses de prisión por el impago de la pensión de otra hija extramatrimonial en Italia. Annie Eto'o Barranca nació en 2002, pero no fue hasta 2024 cuando un juzgado de Palma de Mallorca reconoció su filiación. Después, en marzo de 2015, un juzgado italiano falló que Eto'o tenía la obligación de pagar 10.000 euros mensuales en concepto de prensión de alimentos. Algo que no hizo y por lo que el 24 de junio de 2019 fue condenado a pena de cárcel. También a satisfacer la cantidad adeudada más los intereses generados.