Una modelo denuncia a Kanye West por presunto abuso durante el rodaje de un videoclip

Pero estas actitudes discriminatorias e inapropiadas no son las únicas con las que está vinculado judicialmente Kanye West. Hace varios meses, su exasistente Lauren Pisciotta le demandó por acoso sexual y laboral, señalando también que el artista había transformado el ambiente de trabajo en un «patio de recreo sexual» lleno de fiestas y encuentros íntimos. La actualización reciente del caso incluyó en el mismo una denuncia de agresión sexual y la afirmación de Pisciotta de haber sido drogada por el rapero para ejercer su poder sobre ella. Ante las acusaciones, 'Ye' quiso desmentirlas públicamente calificándolas de chantaje para ir contra él y manchar su imagen.

Pero lejos de alejarse del escándalo mediático, una presunta nueva víctima de los abusos del rapero ha presentado una denuncia alegando una posible agresión cometida hace más de una década con la que el músico vuelve a estar en el centro de la controversia. Ahora, la modelo Jenn An presentó los documentos legales necesarios para tramitar la acusación este viernes en el Tribunal Federal de Nueva York, un nuevo caso que se abre y rescata episodios del pasado a los que el artista, que contribuyó a que fuese olvidado, deberá hacer frente.

Según la exconcursante de 'America's Next Top Model', los hechos ocurrieron en 2010 durante el rodaje del videoclip de 'In for the Kill' del grupo 'La Roux' en el Chelsea Hotel de Manhattan. En la denuncia compartida por el portal 'TMZ', la modelo relata que ella se encontraba en el hotel para la grabación del vídeo musical junto a un grupo de chicas que también iban a participar. Tal y como indican los documentos, Kanye West, que no formaba parte de la producción, entró en la escena y obligó al equipo a que le trajeran a la «chica asiática». Pero entonces, el estar cerca del artista terminó siendo una situación de abuso que «parecía más una escena de violencia fetichista que arte», en palabras de An.

Ella, vestida con lencería, fue colocada frente a West y este obligó al equipo de cámaras a enfocar la cara de la joven mientras comenzaba a estrangularla con las manos. Después, el rapero le habría introducido «varios dedos en la garganta, moviéndolos continuamente hacia dentro y hacia fuera», una práctica que la denunciante ha comparado como un acto de fetiches de BDSM que simulaba el «sexo oral forzado». Con el rostro completamente inmovilizado, la joven asegura que lejos de parar, el artista gritó orgulloso que «esto es jodido arte. Soy como Picasso». Según la modelo, la escena que traspasó los límites de violencia de género no formó parte del montaje final del videoclip, pero que en esos momentos luchaba por respirar e incluso llegó a perder el conocimiento mientras Kanye continuaba perpetrando la agresión.

Tal y como apunta la versión oficial, nadie intervino para detener la escena. En su denuncia, la modelo también incluye a la discográfica Universal Music Group, que organizó la participación del músico en el rodaje, y la agencia Stink Digital Estados Unidos por violar la Ley De Protección contra la Violencia de Género al no haber aplicado «un código de conducta ni saber que West era capaz de agredirla sexualmente». En la declaración de la víctima, que alega daños psicológicos, el equipo trató de «enterrar» lo ocurrido para evitar un escándalo evitando tomar medidas. Ahora, con su denuncia, Jenn busca una reparación económica y compensaciones punitivas por parte del artista. En un comunicado, ha denunciado públicamente la cultura del abuso en las industrias musicales. «Las mujeres en estos sectores han sido objeto de abuso sexual durante años, sin posibilidades reales de hablar o implementar cambios. Este espacio es peligroso para las mujeres, quienes somos vistas como objetos. Las sobrevivientes de agresiones sexuales no tenemos nada», ha expresado.