Marta Luisa de Noruega renuncia a todo por su amor al chamán Durek

La princesa ha decidido apostar por su vida personal y dejar sus obligaciones con la Casa Real Noruega. «El rey ha decidido que la princesa conservará su título, pero la princesa Marta Luisa y su prometido Durek Verrett no utilizarán el título en sus actividades comerciales».

«El rey y la reina desean agradecer a la princesa Marta Luisa el importante esfuerzo que ha realizado a través de su trabajo oficial durante décadas. Ha llevado a cabo su trabajo con esmero, calidez y gran compromiso», continua el comunicado publicado por la Casa Real.

Además de su título como princesa, Marta Luisa, continuará como presidenta de la junta directiva de la fundación que lleva su nombre. «Al igual que Erling Lorentzen, Johan Martin Ferner y Ari Behn, Durek Verrett pasará a formar parte de la familia real cuando se casen, pero siguiendo la tradición no tendrá ningún título ni representará a la Casa Real», aclaraba el comunicado.

Marta Luisa estuvo casada con el escritor noruego Ari Behn, padre de sus tres hijas: Maud Angelica, de 19 años; Leah Isadora, de 17, y Emma Tallulah, de 14. Behn se quitó la vida en la Navidad de 2019 a los 47 años. Aunque ambos llevaban separados desde 2016, para Marta Luisa fue un golpe muy duro.

Tras su divorcio la princesa comenzó una relación con el chamán estadounidense Durek Verrett, con quien mantiene una relación desde el 2019. La princesa comunicaba su compromiso con él, a través de su cuenta de Instagram con una fotografía de ambos mostrando el anillo de pedida.

“Estoy muy feliz de anunciaros que estoy prometida al chamán Durek, el único que hace que mi corazón salte, el único que me ve y me comprende con todo mi potencial, el que me hace reír y con quien puedo ser vulnerable. El amor no juzga de dónde vienes o quién eres como ser humano. El amor crea puentes entre personas, culturas y religiones. Estamos felices de habernos encontrado a través de los continentes, etnia y origen social”, escribía la princesa.

Marta Luisa cansada de la presión pública, por su compromiso con el chamán y su controvertidas declaraciones, ha decidido renunciar a su relación con la Casa Real y centrarse en su vida personal junto a su novio.