María Ángeles, novia de Manuel Benítez 'El Cordobés', la pieza clave en el reencuentro con su hijo, Manuel Díaz

De ahí que su decisión haya sido reunir a todos para dar las gracias a todos a la vez. A la primera persona a la que ha querido tener en su mente ha sido a su madre: «Mi madre, que me sigue llamando Manolito, está bien, está feliz», decía con gran emoción. Pedía respeto para ella «os manda un beso a todos» y añadía lo bien que había actuado con todo este proceso «supo apartarse y estar en su sitio».

Muy orgulloso de su hermano Julio Benítez: «Es un tío fantástico», ha dicho que al verse por primera vez, Julio se quedó impactado «veo a nuestro padre en ti, los gestos, las manos...» le comentó en su momento. Su relación empezó a estrecharse hasta el punto de torear juntos. «El toreo me ha dado la oportunidad de mi vida» reconocía.

Tras años de lucha el torero daba el paso «entramos en contacto», al principio solo telefónico, y gracias a María Ángeles, la pareja de su padre, pudo llevarse a cabo el encuentro cara a cara. «Es un ángel en la tierra». En la reunión estuvieron ella, su padre, Virginia y el.

Ese momento lo detallaba como algo único. «Decido ir a verlo a su finca. Tuve que parar en la cuneta porque no paraba de temblar» y reconoce que «menos mal que estaba Virginia allí, sino me desmayo», explicaba. «Entramos con el coche y él estaba en mitad del camino, abrió los brazos y yo no sé cómo me bajé del coche, creo que hasta me tiré, fui hasta él y me dijo: «hijo, todo llega, ya estamos aquí», desvela Manuel con la voz emocionada. Tras esto, añadía: «Ahí, en ese momento nacimos los dos, lo demás ya no tiene sentido, es el momento de nuestro nacimiento».

'El Cordobés' también comentaba que uno de los problemas que tiene actualmente es verbalizar la palabra 'papá': «Le dije 'oye, ¿Cómo te llamo? es que la palabra papá no la tengo interiorizada en mi vida, tengo mamá, hermano, pero papá no. ¿Te va a importar?«. Tras esta pregunta, Manuel Benítez le contestó con una sonrisa: »¡Qué me va a impotar!». Sin embargo, el entrevistado cuenta que todavía está en proceso de adaptación: «Esa palabra para mí todavía no está interiorizada, quiero decirla pero cuando llega a mi cabeza se para y no me sale».

Por último, sobre el famoso abrazo ante las cámaras entre padre e hijo, 'El Cordobés' sentencia: «Yo fui porque me lo pidió mi padre, en aquel momento en el que me da el abrazo, él se siente bien por hacerlo y había dos cosas muy importantes que no podían ser eclipsadas, que eran la felicidad de mi padre y la verdad de mi madre», finalizaba.