Lisa Marie Presley, una vida de derroches y amores fallidos

El imperio que su padre construyó a través de la música tenía distintas ramificaciones (derechos de autor, de imagen, 'merchandising'...) en una monumental corporación que fue valorada en casi 100 millones de euros cuando se hizo con el control en 1993, 16 años después de la muerte de Elvis Presley. Además de aquella fortuna, el gran tesoro personal del 'Rey del rock' era Graceland, su refugio en Memphis. Tennessee, que ahora se puede visitar por 175 euros.

La mansión funciona como un auténtico museo y, también, como cementerio: en el Jardín de la Meditación reposan los restos de Elvis, que fueron enterrados tras un intento de profanación en Forest Hill, donde descansaba junto a su madre. Ahora, en Graceland se encuentran también enterrados Vernon, su padre; Minnie, su abuela, y Benjamin, su nieto, el hijo de Lisa Marie, que se suicidó en 2020. Aunque su valor es incalculable y destaca como una de las atracciones más visitadas de los Estados Unidos, su tasación según medios especializados supera los 60 millones de euros.

En realidad, la fortuna personal que Lisa Marie heredó cuando tenía nueve años apenas llegaba a los cinco millones de euros. Su madre, Priscilla se encargó de gestionar la marca 'Elvis Presley', se negó a vender Graceland y apostó por convertirla en un parque temático, que abrió en 1982: desde entonces ha recibido la nada despreciable cifra de 20 millones de visitantes. Pero todo lo que poco a poco fue construyendo su madre, ella se lo fue fundiendo con ayuda de Barry Siegel, un gestor con el que mantiene una guerra judicial por dejar sin fondos el fideicomiso de Elvis Presley Enterprises. Los sucesivos divorcios, las exigencias económicas de la cienciología, secta a la que pertenece, y una deuda de 15 millones no ayudaron a reflotar un negocio que, al menos, tiene la ventaja de ingresar efectivo todos los días con la venta de entradas.

De sus cuatro maridos, dos merecen especial atención: Michal Jackson fue el más famoso y mantuvieron, sin duda alguna, la relación más bizarra. Cuantos más niños aparecían cerca del cantante, más felices parecían ambos ante la prensa. La cosa olía a montaje que tiraba para atrás, pero no tenemos pruebas. Tampoco dudas. Se casaron en República Dominicana apenas veinte días después de que ella obtuviera su primer divorcio. Ni duelo ni leches. El invento les duró dos años que debieron resultarles eternos.

Nicolas Cage tampoco se queda atrás. El sobrino de Francis Ford Coppola es un actor que, como ella, se vio envuelto en problemas financieros, lo que le obligó a aceptar todo tipo de proyectos. Lo mejor y lo peor, sin hacer distinciones. Tiene mucha basura a sus espaldas. Lisa Marie y Nicolas solo duraron tres meses, casi lo mismo que un rodaje, pero se casaron en Hawai y la boda quedó muy bonita en las fotos. Y eso que era secreta.

Con su primer marido, el músico Danny Keough, tuvo dos hijos: Riley, una de las revelaciones del nuevo Hollywood, cineasta ('War Pony') y actriz ('La lista final'), y Benjamin, un joven músico cuya vida acabó de manera violenta. Tras discutir con su pareja, el joven se pegó un tiro. Tenía 27 años. Su muerte dejó a su madre completamente devastada.

Con su último marido, Michael Lockwood, Lisa Marie tuvo un complicado divorcio durante el que el productor llegó a demandarla, solicitando una pensión alimenticia de casi 40.000 euros al mes por las mellizas, Harper y Finley. Todo había empezado como un cuento, con boda exótica en Japón incluida, pero tampoco tuvo final feliz.