James Corden confiesa sus intentos ineficaces para perder peso por su adicción a la comida

Por su 'Carpool Karaoke', donde la idea era que James Corden cantase con famosos dentro de un coche, han pasado auténticas estrellas de la talla de Mariah Carey, una de las primeras en sentarse con el presentador en el vehículo para cantar el clásico navideño 'All I want for Christmas', Michelle Obama que cantó por Beyoncé, Britney Spears o Adele. De manera inesperada, el programa llegaba al final de sus emisiones el año pasado y Corden terminaba su etapa en el late night para presentar otro nuevo formato audiovisual que llevaba su nombre, 'This Life of Mine with James Corden'.

En su salto al mundo del podcast, James Corden no abandonaba las entrevistas a las estrellas con las que logra una perfecta relación de confianza en la que las mismas se abren para sincerarse como nunca antes lo han hecho. En una ocasión, el presentador traía como invitado a David Beckham y conseguía que hablase con sinceridad de su relación con Victoria Beckham. «En realidad, me gustaba como a la mayoría de la gente en ese momento, y no sabía con quién me iba a casar ni con quién iba a estar el resto de mi vida. No me di cuenta de lo fuerte que era, y eso es lo que realmente me atrajo de ella más que nada», dijo al presentador. Sin embargo, ha sido este quien en la entrega más reciente de su programa sonoro ha confesado un detalle hasta ahora desconocido de él.

A raíz de una conversación sobre las ocasiones en las que la comida puede volverse una adicción con el escritor Richard Osman, quien reconocía que tenía un problema serio con los alimentos, James Corden sorprendía al público al revelar que él también atravesó un tiempo por algo similar. Su relación con la comida derivó en que el presentador confió en el medicamento Ozempic para bajar de peso. «Y no te sorprenderá al verme que realmente no funcionó», decía Corden bromeando sobre cómo se encuentra actualmente. Al final, James supo encontrar que en el Ozempic no estaba la solución a su problema con la comida. «Me di cuenta de que lo que como no tiene nada que ver con el hambre. Lo único que hace es que no sientas hambre, pero yo rara vez como por hambre», reconocía sobre haber usado durante un tiempo el medicamento, puesto que sí redujo su hambre pero no su mala relación con los alimentos que puede estar arraigada en una adicción a la comida que le hacía comer grandes cantidades sin motivos aparentes. Y ese comer en exceso provocó que el tratamiento resultase ineficaz.

Aunque a James Corden no le funcionó el tratamiento, solo es un rostro conocido más que se suma a la moda que surgió en el mundo y sobre todo en Hollywood de administrarse con obsesión Ozempic para mejorar la imagen corporal. 'New York Times' llegó incluso a denominar como 'cara Ozempic' al efecto de deshidratación y envejecimiento que producía en las estrellas el uso excesivo de este medicamento. La hermana de Kate Moss se sumaba a confirmar esta advertencia de riesgo tras experimentar también con el Ozempic con malos resultados. Para ella fue la peor decisión que pudo tomar, pues tuvo problemas para retener la comida o el agua hasta que terminó en urgencias. «Tuve literalmente un ataque por lo deshidratada que estaba. Mi cara y mi cuerpo estaban tensos. Fue lo más aterrador que me pasó en la vida», comentó en una ocasión. Luis Miguel, Elon Musk, Lady Gaga, Christina Aguilera o Jessica Chastain son también algunos de los numerosos famosos que habrían confiado en la medicina en lugar del ejercicio para lograr un cambio físico.