Harry y Meghan, dos agendas paralelas: una coronación y un cumpleaños

Hay una parte del Reino Unido que comprende al Duque de Sussex, quinto en la línea de sucesión. Eso la Firma, a la que él tanto critica lo sabe, por eso les hizo llegar la invitación a la Coronación, tanto a él como a su esposa, Meghan Markle. Pero el matrimonio impuso unas condiciones, y quería que a pesar de la trascendencia del evento, su hijo Archie que cumple hoy 4 años tuviera un guiño en los fastos. Además, querían un hueco en el balcón, algo dicen que enloqueció a sus cuñados Guillermo y Catalina que llevan una apretada agenda desde su huida y la muerte de Isabel II.

Finalmente decidieron que fuese Harry quien asistiera, eso sí, dejando claro que solo pasará unas horas en Londres. Ayer un jet privado procedente del aeropuerto de Van Nuys en California aterrizó en Farnborough, el aeropuerto vip más cercano al castillo de Windsor y el mismo que utilizó cuando acudió al funeral de su abuela Isabel II. Van Nuys está a solo una hora de la mansión de Montecito de Harry y Meghan. A bordo se encontraba el Príncipe Harry que fue trasladado desde allí a Frogmore Cottage, su antigua residencia de la que ha sido desalojado por su padre como castigo por revelar los trapos sucios de la familia.

Está previsto que una vez termine la ceremonia de coronación a eso del mediodía ponga rumbo de nuevo a su casa de Montecito en Los Ángeles para llegar a tiempo a la celebración del cumpleaños de su hijo Precisamente Meghan Markle será la encargada de la organización de la fiesta familiar que celebrarán en la mansión y en la que se espera estén su madre, Doria Ragland, y un grupo de amigos íntimos. Es probable que entre ellos se encuentre Tyler Perry, el padrino multimillonario de la princesa Lilibet, mientras que los padrinos de Archie, Tiggy Pettifer, exniñera de Enrique y Guillermo, y Mark Dyer, amigo de Harry y exasistente real, no verán soplar las velas a Archie porque residen en el Reino Unido.

Fuentes cercanas a Meghan aseguran que se salta la coronación del Rey Carlos III para «proteger su paz». Son muchos los que opinan que cuando rechazó la invitación hubo muchos miembros de la Familia Real que se sintieron aliviados. Y es que como ella misma se ha encargado de recordar en el documental 'Harry y Meghan' de Netfix su sola presencia en Londres suscitaba comentarios de todo tipo y era objetivo de la prensa sensacionalista, para bien y para mal.

El desaire de la actriz y Duquesa de Sussex pasará a la historia. Aun habiendo decidido no acudir, la prensa británica la sigue citando. Por ejemplo, ayer acusaban a su cuñada, Catalina de Gales, de haber usado unos tacones que Meghan suele llevar habitualmente, en la recepción previa a la coronación celebrada en Buckingham. Las comparaciones son inevitables. Pero ella ha demostrado ser más ambiciosa y que lo de pertenecer a la Familia Real está bien pero que prefiere más liquidez y menos palacios.

Hace unos días se hacía público que se había hecho socia de Emanuel, CEO de WME, uno de los hombres más poderosos de Hollywood con el que quiere producir y dirigir películas y formatos televisivos. Algo que no interferirá en su contrato de cinco años con Netflix, por el que podría haber recibido unos 100 millones de dólares y el de Spotify por el que se embolsa cerca de 15 millones. Dicen que por prudencia no colgará ninguna imagen del cumpleaños hasta que no terminen los a0ctos de coronación. De lo contrario sería considerado una provocación.

Lo que no esperaban los Sussex es que el Carlos III tuviese un último gesto conciliador con ellos. Y es que tal y como pudo comprobar ABC, los monarcas han decidido incluir a la pareja en el programa oficial de la coronación que está a la venta en la tienda de Buckingham Palace. En concreto en la página 54 se incluye una foto oficial tomada el 5 de septiembre de 2018, con motivo del 70 cumpleaños del Rey en los jardines de Clarence House. En ella aparecen los monarcas junto a Guillermo y Catalina, sus tres hijos, Harry y Meghan. Todos se muestran muy felices y sonrientes.

Una instantánea que podría haberse repetido hoy tras la coronación en el Palacio de Buckingham, pero que no será posible tras hacerse públicas intimidades que han fracturado la relación y han dañado la imagen idílica y familiar de los Windsor. También aparece en el programa el árbol genealógico de la familia en la que los hijos de los Sussex, Archie y Liibeth, tienen oficialmente el tratamiento de Príncipe y Princesa que sus padres reclamaron y que palacio ha respetado en busca de lo que algunos interpretan un acercamiento en la lejanía.