Harry y Meghan, desalojados de Frogmore Cottage

Fuentes cercanas a palacio aseguran que Harry y Meghan tienen hasta «principios del verano» para desalojar. Aunque en un primer momento les dieron solo semanas, ahora tienen al menos hasta después de la coronación. Un amigo cercano a Meghan ha comentado que la pareja ha visto esta decisión «como un castigo cruel. Es como si la familia quisiera sacarlos de la escena para siempre».

Harry, de 38 años, y Meghan, de 41, recibieron de la difunta Isabel II, Frogmore Cottage, como regalo de bodas en 2018. La pareja afirmó que significaría que «su familia siempre tendría un lugar al que llamar hogar en el Reino Unido». Ordenaron obras de remodelación por valor de 2,5 millones de euros antes de mudarse, pero pasaron solo seis meses en su nuevo hogar antes de establecer los términos del Megxit en 2020. «Era realmente cutre, pero hicieron mucho para volver a convertirlo en un hogar adecuado, con un presupuesto ajustado», aseguró un amigo cercano a la pareja.

Los Sussex abandonaron el Reino Unido para emprender una nueva vida en el extranjero, primero a Canadá y luego a California, mientras lanzaban constantes críticas a su familia. Más tarde, Harry pagó el coste de las obras a los contribuyentes a través de un acuerdo que incluía el arrendamiento de Frogmore Cottage por varios años.

En otoño de 2020 entregaron las llaves a la princesa Eugenia y a su esposo Jack Brooksbank, quienes ahora se han mudado a Portugal. Los viajes esporádicos de Harry incluyeron quedarse allí para el funeral del príncipe Felipe en 2021, semanas después de que él y Meghan criticaran duramente a la familia real en la entrevista concedida a Oprah.

Ahora Carlos de Inglaterra habría decidido entregársela a su hermano el príncipe Andrés obligándole a que se mude allí. Algo que no le ha sentado nada bien ya que parece que a sus 63 años, no quiere reducir el tamaño de Royal Lodge, la residencia de la Reina Madre en la que se refugió tras su muerte, hace más de 20 años.

Andrés firmó un contrato de arrendamiento de 75 años por la propiedad de 31 habitaciones, valorada en más de 30 millones de euros, pero este podría ser obligado abandonarla. Aunque todavía no ha aceptado la oferta para mudarse, el futuro rey estaría dispuesto a reducir su presupuesto anual para dificultarle el pago del mantenimiento y forzándole así a abandonarlo.