La eterna fascinación por Diana de Gales: subastan sus cartas más íntimas por más de 60.000 euros

La correspondencia subastada fue dirigida a Violet Collison, quien fuera el ama de llaves de la familia de Diana en la finca de Sandringham, un lugar especial donde la princesa pasó gran parte de su infancia. Collison, conocida cariñosamente como 'Collie' por Diana, no solo jugó un papel importante en la vida de la princesa, sino también en la de sus hermanos, estableciendo una relación cercana que perduró incluso después de que Violet se retirara en 1973. Según Luke Macdonald, director de la casa de subastas Sworders, «Violet fue una constante en la vida de Diana, una persona en la que siempre pudo confiar».

Las cartas, de carácter íntimo y personal, muestran a una Diana auténtica y cercana. Una de las misivas más destacadas, escrita en papel con el membrete del Palacio de Buckingham, data de pocas semanas antes de su boda con el entonces Príncipe Carlos. En ella, la futura princesa describe el frenesí de los preparativos del enlace, a la vez que comenta, con su característico toque de serenidad, que ella se mantenía «bastante tranquila» en medio del ajetreo. Otra carta, fechada en 1984, revela la gratitud de Diana hacia Collison por un regalo destinado al Príncipe Harry, una época en la que Guillermo y su hermano menor compartían una relación de cercanía, marcada por «incontables abrazos y besos», un contraste marcado con la tensa relación que ahora caracteriza a los hermanos.

El lote subastado incluye además tarjetas de Navidad, como una de 1994 que muestra una foto conmovedora de Diana junto a sus hijos, Guillermo y Harry. Estas piezas no solo ofrecen una ventana a la vida personal de Lady Di, sino que también son testimonio de la amabilidad y el cariño que la Princesa mostraba incluso en gestos aparentemente pequeños.

El interés por los objetos relacionados con Diana de Gales sigue siendo un negocio en constante crecimiento. Este reciente evento no es un caso aislado; la demanda por artículos relacionados con la princesa se mantiene alta, con subastas que alcanzan cifras astronómicas. En junio pasado, una colección de vestidos de Diana se vendió por cantidades millonarias, incluyendo un vestido de noche por 840.000 euros y su icónico jersey de ovejitas, que rompió récords al ser subastado por un millón de euros.

Este fenómeno no solo demuestra el inagotable interés por la vida y legado de Diana, sino también el fervor con el que se mantiene viva su memoria, casi tres décadas después de su muerte. Cada carta, cada objeto subastado, es un recordatorio del impacto duradero de una mujer que, a pesar de las tragedias y dificultades que enfrentó, sigue siendo una figura emblemática en la historia contemporánea.