Los escándalos del príncipe Andrés hunden los sueños reales de las princesas Beatriz y Eugenia

Hace tiempo que el hermano de Carlos III no sale en los titulares nada más que para un escándalo. Renunció a su papel como miembro de la realeza en 2019, ha estado involucrado en numerosos escándalos, incluida su conexión con Jeffrey Epstein, y lo último fue aquel vínculo con un presunto espía chino a quien habría metido en Buckingham Palace y habría hecho negocios con él. Era el favorito de Isabel II, pero ya no es favorito de nadie, y mucho menos de su hermano.

Desde que la Reina Madre muriera, uno de los grandes empeños de Carlos III ha sido alejar a Andrés de palacio y de todo lo que huela monarquía. Ha intentado hasta echarle de la la residencia real, algo que no ha conseguido y que, según la prensa, le tiene enormemente frustrado. No le tiene aprecio alguno.

Mientras tanto, la opinión pública le tiene puesto el dedo hacia abajo desde hace mucho tiempo y no dejan de salir cosas que golpean una y otra vez su reputación. Un buen ejemplo es el libro publicado hace una semana por el biógrafo real Tom Quinn, quien en 'Yes, Ma'am: The Secret Life of Royal Servants' realiza un retrato despiadado del hermano del rey. Así, y en boca de los sirvientes reales que trabajaron con él cuando todavía era relevante, se le califica de «matón, mandón y frustrado». También de maniático y caprichoso.

De una forma muy gráfica, el comentarista real Richard Fitzwilliams ha afirmado ahora en GB News que «uno de los problemas con Andrés es que no sabes qué pasará la semana que viene y el mes que viene». Y ha añadido: «Hay toda una historia de malos juicios de un tipo u otro. Y la palabra 'malo' se queda corta; más bien es 'terrible'».

Lo que ocurre es que esa condición de «apestado» que arrastra el Príncipe Andrés -en otro tiempo el favorito de Isabel II- está teniendo consecuencias colaterales, y una de las más importantes afecta a las hijas que tuvo con Sarah Ferguson: Beatriz y Eugenia. «La situación es desesperada para ellas. Obviamente, es muy posible que pudieran desempeñar un papel un poco más importante en la vida real si su padre no fuera tan tóxico», explica Richard Fitzwilliams.

Es importante mencionar que aunque Beatriz y Eugenia no son miembros de la realeza en activo, sí han apoyado al Rey Carlos III y al Príncipe Guillermo en actos privados vinculados a eventos reales. Pero el escrutinio continuo que rodea al príncipe Andrés ha limitado su relevancia en público.

Y todo esto llega en una semana complicada para las hijas. Se ha hablado de crisis en el matrimonio de Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi cuando acaban de convertirse en padres por segunda vez. Mientras, la inesperada muerte de Michelle Trachtenberg, la estrella de 'Gossip Girl' y 'Buffy la Cazavampiros', ha fallecido repentinamente y tenía una amistad cercana con la Princesa Eugenia, una relación que se documentó a lo largo de los años con fotos en Instagram hasta mensajes de cariño.

Lo interesante es comprobar cómo apenas hace unos meses, más concretamente en mayo pasado, la prensa inglesa situaba a Beatriz como una mujer en ascenso dentro de la Corona por su apoyo efectivo en tiempos débiles para la familia, mermada en su actividad institucional por los tumores de Carlos III y Kate Middleton, y también por su carisma entre el pueblo.

«Se espera que la princesa Beatriz desempeñe un papel público más destacado para la familia real este verano, mientras el Rey Carlos busca añadir algo de glamour a la continua ausencia de la princesa de Gales», aseguraba entonces el diario 'Daily Mail', que además anunciaba la posibilidad de que fuera ella quien acompañara al monarca a una visita de Estado japonesa el próximo mes. No ocurrió.

«Beatriz estaba desesperada por tener la oportunidad de brillar. Hace tiempo era tímida y su estilo era un poco desaliñado. Pero hoy en día es ambiciosa, segura de sí misma y está a la moda. Y aparece muy bien en las fotos», añadía entonces una fuente al medio citado.

Sin embargo, la realidad es que hoy cualquier sueño de grandeza que pudiera tener parece haber quedado reducido a la nada porque el papel de Beatriz, al igual que el de Eugenia, ha ido disminuyendo más y más durante todo este tiempo. Y quién sabe si todo esto forma parte también de una estudiada venganza del mismísimo Carlos III contra su hermano, como ya se apunta.