Elena Tablada, harta, lanza una proposición a Javier Ungría: «Sería un sueño poder...»

Javier Ungría se sentó el pasado viernes en Telecinco para hablar de los dardos que lanzó la madre de su hija en de 'Me quedo conmigo'. Elena Tablada aseguró que el factor determinante fue la relación entre el empresario y la hija que tuvo ella fruto de su relación sentimental con David Bisbal. Según contó la diseñadora de joyas, él le cogió manía a Ella: «Tenemos que hablar. Nunca más voy a hacer un viaje con Ella, le he cogido manía. Hay cosas que hace que no aguanto y hay cosas que no hace que no aguanto también», habría dicho el exconcursante de 'Supervivientes' a la hispanocubana. Comentario por el que ella decidió decir «hasta aquí».

«No he llorado mucho por él, lloré por mí porque estuve mucho tiempo obligándome a que funcionase. No fue una pérdida de tiempo porque tuvimos a Camila, pero me hizo mucho daño que yo tolerase que se repitiera la relación de mi padre conmigo y mi hija Ella», añadió Elena Tablada. También le acusó de haberle creado sus «inseguridades»: «Toleré muchas cosas por no tener un fracaso o un escándalo. De entrada era mi alma gemela, parecía perfecto, muy caballero. Cuando me tuvo amarrada salió la verdad».

Sobre este asunto, Javier Ungría deslizó en '¡De Viernes!' que las cosas no eran como se estaban haciendo saber: «La relación con su hija mayor fue un poco complicada por temas naturales. Al final, yo llegaba a una casa donde desplazaba un poco a la niña, en cierto aspecto, y le quitaba atención de su madre». Además, sobre el comentario de que no era «adecuado» para su otra hija, explicó que él es más «estricto y serio» que la diseñadora de joyas: «Me gustan los modales y Elena no es tanto así».

Ante estas declaraciones, Elena Tablada no ha dudado en responder. Así, la ex de David Bisbal ha instado, a través de Europa Press, a que tengan un cara a cara televisado. Aunque no ha visto la entrevista, considera que Javier Ungría «es muy valiente sabiendo la verdad decir todo lo que ha dicho. Me parece poca decencia sentarte a hablar de una hija que ni siquiera es tuya. Me encantaría sentarme con él, a ver si puedo. Eso sería un gran sueño para mí poder quitar ya las caretas y frenar esto de una vez». «Si tengo la oportunidad de sentarme con Javier, que me encantaría hacerlo, ya todo se verá porque no hay nada más claro en la vida que tener pruebas. De todas maneras, he aprendido con los años que hay que darle la importancia a las cosas que tienen y Javier desde luego no tiene ninguna importancia», recalca.