Javier Ungría acepta el juego y carga contra Elena Tablada: «Se han cruzado líneas rojas»

Hacía tiempo que Javier Ungría no decía nada sobre Elena Tablada, seguramente porque estaba esperando a la exclusiva, y su regreso a la escena pública ha arrojado un buen montón de titulares. Porque ha hablado de todo y de todos, incluido David Bisbal.

La gota que colmó el vaso fueron las durísimas declaraciones que su exmujer le dedicó durante su participación en 'Me quedo conmigo', cuando afirmó que Javier Ungría le «había cogido manía» a su hija mayor, acusándole de crear un ambiente irrespirable en casa.

«Se han cruzado unas líneas rojas que no me parecen admisibles«, ha asegurado con crudeza en ‹De Viernes' no sin recordar: «Me casé muy enamorado de ella. Los problemas pueden ser cotidianos en una pareja normal, pero no sé por qué le saca tanta punta a las cosas».

«La relación con su hija mayor fue un poco complicada por temas naturales. Al final yo llegaba a una casa donde desplazaba un poco a la niña, en cierto aspecto, y le quitaba atención de su madre», recuerda Javier justificando todo lo que pasaba. No obstante, el empresario ha insistido en que todo hubiera ido mejor «si las cosas se hacían de manera adecuada todo se arreglaría», algo que no ocurrió.

Lo que de ninguna manera consiente Javier Ungría es que el conflicto con la hija fuera el causante de la difícil convivencia entre la pareja dentro del hogar, algo que para él solo es «una excusa». Lo que más le ha dolido es que su exmujer «deje entrever que yo no he sido adecuado para su hija».

El empresario admite que es bastante más «estricto y serio» que Elena Tablada dentro del hogar y las relaciones interpersonales. «me gustan los modales y Elena no es tanto así», ha asegurado. «Elena tenía el miedo de que la niña se quisiese ir a vivir con su padre, entonces no quería un ambiente que no fuese constantemente alegre», ha argumentado.

Para lo que no ha encontrado respuesta ha sido para la censura de Elena Tablada en relación a que el padre de su hija pequeña no estuvo presente durante los primeros meses de vida de Camila, algo que Javier Ungría ha admitido a su manera. «Al ser padre primerizo yo estaba mucho más verde que ella. Ella lo hacía más veces que yo porque ella estaba más tiempo en casa», ha reconocido. Y algo parecido cuando le achacaron más salidas con amigos de la cuenta. «No veo nada extraño, nunca me había dicho nada de ninguna inseguridad», ha alegado.

El empresario ha destacado también que ha luchado hasta el final por salvar su matrimonio. «Decidimos ir a terapia, pero hay que darle una continuidad. Si al día siguiente volvemos a lo mismo no tiene sentido», ha confesado mientras relataba su incomodidad al ver cómo su hija presenciaba «mal humor» y «discusiones en casa».

Además, Javier Ungría entró de lleno en ese asunto tan clásico que es quién dejó a quién. Si Elena Tablada contaba en 'Me quedo conmigo' que fue ella quien tomó la decisión de romper, Javier Ungría asegura que fue él, y con revelación de intimidad incluida: «Decidí que lo mejor era que cada uno siguiese su camino. Ella no quería admitir que había terminado y me mandó un vídeo sobre mi hija para intentar ablandarme para que volviese».

Finalmente, Javier Ungría se comparó con David Bisbal: «Ahora todo es malo respecto a mí y cuando yo llegué todo lo malo era lo anterior. Es como un patrón que se está repitiendo». Seguramente no tarde en llegar la respuesta de Elena Tablada.