Crece el número de famosos que abandonan las redes sociales por su toxicidad
Cada vez son más las celebridades de todo el mundo que toman la decisión de retirarse por salud mental
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Iniciar sesiónEste mes de agosto, la estrella de 'Spider-Man: No Way Home', Tom Holland, anunció en un vídeo de Instagram que se tomaba un descanso en las redes sociales para concentrarse en su salud mental. «Necesito hacer una pausa en mi relación con ... las redes sociales por mi salud mental porque encuentro que Instagram y Twitter son sobre estimulantes y abrumadores», explicó. «Me quedo atrapado y caigo en una espiral de ansiedad cuando leo cosas sobre mí en las redes. Y, en última instancia, es muy perjudicial para mi estado mental, así que he decidido dar un paso atrás y eliminar las aplicaciones». Holland agregó que con su anuncio, quería arrojar luz sobre Stem4, una organización benéfica que apoya la salud mental para adolescentes y que él patrocina. La organización benéfica proporciona recursos para combatir la ansiedad de las redes. Tal vez, deberíamos llamarlo «ansiedad social de los medios», pero lo cierto es que un gran número de artistas y deportistas están abandonando las plataformas de comunicación debido al acoso y toxicidad permanente que sufren de algunos usuarios, sobre todo de aquellos que buscan notoriedad personal.
A Tom Holland hay que sumar también a Jonah Hill quien anunció que ya no realizará ningún evento público o Florence Pugh, quien tras romper con Zach Braff recibió escarnio personal en las redes sociales. Otra estrella que ha abandonado temporalmente las redes es Selena Gómez. «Llevo cuatro años fuera de internet y he cambiado mi vida por completo. Soy más feliz» dijo en la televisión norteamericana esta misma semana. «Ahora me conecto más con la gente. Me hace sentir normal» apuntó la cantante, aludiendo al estrés que le provocaba leer comentarios sobre ella. En 2018, la actriz de 'Stranger Things', Millie Bobby Brown, eliminó su cuenta de Twitter tras convertirse en Trending Topic por una extraña y homófoba tendencia en Twitter que combinaba fotos de ella con leyendas homófobas. La actriz reveló a 'Allure' en julio de este año que también eliminó su cuenta de Tik Tok debido a los mensajes de odio que recibía y mensajes inapropiados de hombres adultos.
En muchos sentidos, la nueva tendencia de «mantenerse en silencio» viene provocada por todo tipo de razones: trolls, aburrimiento, problemas de gestión del tiempo, información errónea, llamadas que incitan a la violencia y, con bastante frecuencia, ansiedad personal. Estudio tras estudio han revelado el impacto negativo que las plataformas, incluidas Instagram, Facebook y Twitter, pueden tener en la salud mental. Al no estar reguladas tanto en su creación como en su consumo, las redes sociales reparten la alienación con tanta generosidad como promueven la conexión, y causan ansiedad con la misma frecuencia que ofrecen apoyo. En otras palabras, le da a todos los que participan un poco (o mucho) la oportunidad de saborear la fama, con sus intoxicaciones. Ahora todo el mundo es famoso gracias a los seguidores, y los que ganan fama a costa de provocar a las estrellas se han puesto de moda. Johan Hill ha sido muy claro al explicar el precio de la fama, del dolor de ser llamado «gordo» constantemente. De hecho, en una publicación de Instagram a principios de este año, pidió a sus seguidores que dejaran de comentar sobre su cuerpo, incluso de manera halagadora.
La cantante Ariana Grande desactivó su Twitter el 24 de diciembre de 2021. Si bien no comentó sobre la decisión, sus seguidores se dieron cuenta y especularon si se estaba tomando un descanso o lo había cancelado para siempre. Grande previamente desactivó los comentarios de Instagram en 2018 tras su ruptura con su entonces prometido Pete Davidson (desde entonces los volvió a activar). Al explicar su decisión en aquel momento, dijo a un fanático dijo: «A veces no puedo evitar encontrarme con comentarios negativos que me fastidian y no vale la pena. Prometí que siempre diría lo que pienso». Desafortunadamente, como muchos han descubierto, las publicaciones de disculpas de Instagram no siempre funcionan. Y luego están todas esas respuestas sin filtrar, menciones y DM, donde, como señaló Hill: «Incluso los comentarios positivos pueden salir mal». No leer es una solución, pero, ¿quién puede evitar mirar las respuestas?. La ansiedad es uno de los grandes enigmas de la fama, que no debe confundirse con la grandeza del éxito.
La fama es un estado completamente definido por el interés público, y un público interesado puede ser difícil de gestionar para determinadas personas. Las redes sociales facilitan que oportunistas se salten el filtro de editores, representantes o asistentes personales. Estrellas del deporte como Naomi Osaka o Simone Biles han necesitado alejarse de sus carreras atléticas para evitar la presión de la expectativas y han sido criticadas por ello. El hecho de que Hill, Holland, Biles, Osaka y, de hecho, los hijos de Diana de Gales, puedan hablar públicamente sobre el costo que la fama puede tener en la salud mental es una señal de progreso; admitir el problema es siempre el primer paso.
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