Cher desvela el secreto de su eterna juventud

Se conocieron en la Semana de la Moda de París el año pasado. A la cantante le llamó la atención su dentadura, con incrustaciones de diamantes. Lo suyo fue un flechazo: «a los quince minutos ya habíamos congeniado». Luego llegaron los mensajes de texto, que acabaron por conquistarla. Sin embargo, la relación se enfrió por un momento: «les dije a mis amigos, 'no os enamoréis de alguien más joven, somos demasiados viejos. Y no te enamores por mensajes de texto'«. La propia Cher cambió de opinión y ambos se convirtieron oficialmente en novios: «odio hablar de lo feliz que me hace, pero es así. Lo pasamos muy bien juntos. Podemos hablar de música, de todo. Nos entendemos el uno al otro», confesó a 'Extra.'

En una entrevista al 'Daily Mail', la diva relata cómo es un día cualquiera en su vida: «Vivo en Malibú, en una casa con preciosas vistas al Pacífico. Me compré la casa hace 21 años y la decoré a mi gusto. Me levanto temprano, a las 6 o 7. Si Alexander se va, tomamos café juntos en la terraza mientras hablamos. Me divierte mucho porque es muy gracioso. Luego hago ejercicio. Si no es día ajetreado, voy a ver a los amigos o vienen a verme a casa«.

Reconoce que ya no es «una loca de ir de compras« y, de hecho, es más de ir por casa cómoda, «parezco un vagabundo con pantalones de chándal«. No bebe y no fuma: «lo dejé cuando me quedé embarazada». Aunque se siente muy feliz con su novio, Cher lo tiene claro cuando se habla de dar un paso más allá: «no me volvería a casar. No porque no sea capaz de amar a alguien lo suficiente, sino porque no lo necesito. Alexander me regaló un anillo para demostrar que me quiere. Con eso me basta«. Es un impresionante anillo de diamantes en forma de triángulo que la cantante no se quita en ningún momento.