La drástica decisión de la mujer del CEO tras descubrir la infidelidad de su marido en el concierto de Coldplay

«Oh, miren a esos dos», comentó el cantante de la banda, Chris Martin, al verlos tan acaramelados disfrutando del espectáculo. Cuando la pareja se dio cuenta de que estaba siendo enfocada, rápidamente se separó y él se agachó y ella se cubrió el rostro con las manos. Pero ya era tarde. «O tienen una aventura, o son muy tímidos», añadió el cantante al percatarse de la situación.

Tras hacerse viral el contenido, la mujer de Byron, Megan Kerrigan, ha borrado su apellido en su perfil de la red social Facebook.

La mujer, de 50 años, es una respetada profesora residente en Massachusetts. Actualmente trabaja como directora adjunta de admisiones para primaria y el programa Hope Graham en la prestigiosa escuela Bancroft. Kerrigan es reconocida por su labor en educación inclusiva y desde que saltó la polémica ha mantenido preferido mantener un perfil bajo.

Si bien ni ella ni Andy Byron han emitido ninguna declaración pública sobre el incidente o el estado de su matrimonio, los usuarios de las redes sociales notaron un cambio sutil pero revelador: Kerrigan eliminó el apellido de 'Byron' de varias de sus plataformas, lo que sugiere una posible separación o importante crisis matrimonial.

La pareja tiene dos hijos. Sin embargo, su vida familiar se ha mantenido hasta ahora en privado, y no se han revelado más detalles sobre cómo el incidente del concierto pudo haber afectado a sus hijos o a la dinámica familiar.

En las últimas horas se ha viralizado en internet un comunicado falso supuestamente publicado por Andy Byron en el que se disculpa públicamente con su familia y la compañía y ataca al grupo musical por revelar su vida privada «sin su consentimiento»: «Quiero reconocer el momento que ha circulado y la decepción que ha causado. Lo que se suponía que sería una noche de música y alegría se convirtió en un error profundamente personal que se desarrolló en un escenario muy público», comienza diciendo el texto viralizado en redes. «También quiero expresar lo preocupante que es que lo que debería haber sido un momento privado se haya hecho público sin mi consentimiento. Respeto a los artistas y al público, pero espero que todos podamos reflexionar más profundamente sobre el impacto de convertir la vida de otra persona en un espectáculo», sentencia el falso comunicado en una cuenta que no figura oficialmente como la del CEO.