Carreras de caballos y desfile de tocados: arranca la Royal Ascot 2025
Carlos III y Camila se convirtieron en protagonistas de la primera jornada del evento con la destacada ausencia del Príncipe Guillermo y Kate Middleton
El juego que Isabel II vetó en la Casa Real británica: «Se vuelve demasiado agresivo»
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Iniciar sesiónPor todos es bien sabido que la sastrería británica es la más elegante del planeta y la Royal Ascot es su gran escaparate frente al mundo. Durante cinco días, la nobleza y la élite de la sociedad inglesa se reúnen en el hipódromo de Berkshire, ... un pequeño pueblo al oeste de Londres, para darle la bienvenida al verano en un evento fundado en el año 1711 por la Reina Ana y en el que se celebran carreras de caballos de pura sangre, entre los que compiten algunos de la cuadra personal de la Familia Real británica.
Esta curiosa tradición, que cumple esta edición dos siglos de historia, era una favoritas en la agenda de la difunta Reina Isabel II, que sentía gran pasión por los caballos. Un evento que se caracteriza por las estrictas reglas sociales que deben cumplir sus espectadores, siempre ataviados espectacularmente, que hacen las delicias de la prensa rosa.
Cada día de carreras comienza normalmente con la Procesión Real: los Reyes y los miembros de la Familia Real que los acompañan desfilan en carruajes. Este año con Carlos III y Camila como protagonistas. El monarca vistió con un sobrio y elegante chaqué gris, chaleco azul, corbata rosa, además de la tradicional chistera negra. Por su parte, su esposa escogió un vestido midi azul pastel con lazada lateral y manga francesa. Un look que ha acompañado con la tradicional pamela colmada de plumas. En la misma línea, la Princesa Ana optó por combinar un modelo azul cyan con una blazer de bordados florales junto a un elegante sombrero de ala ancha. La hermana de Carlos III acudió al evento junto a su hija Zara Tindall y ambas protagonizaron el momento más emotivo de la jornada al ser fotografiadas fundiéndose en un tierno abrazo. Beatriz de York y su madre, Sarah Ferguson, fueron otras de las grandes protagonistas de la velada. La joven con un traje dos piezas rosa de cuadros vichy de Beulah London y su madre con un mininivestido navy y blazer con mangas de encaje. Ambas acompañando sus estilismos con un llamativo tocado.
Y es que mientras el protocolo en el vestir se relaja en el resto del mundo, en las carreras de Ascot se reservan el derecho de admisión a los que no vayan vestidos tal y dictan estrictamente las reglas. Poderío británico. Así, para los hombres se exige un traje de etiqueta y las mujeres deberán llevar vestidos o faldas por debajo de la rodilla, sin ningún tipo de transparencia o escote y como complemento obligatorio, un sombrero o tocado con una base mínima de diez centímetros. Por supuesto, todas las mujeres del clan Windsor cumplieron rigurosamente con el 'dress-code'.
Las grandes ausencias de la primera jornada de las carreras de Ascot estuvieron encabezadas por el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, aunque no se descarta que acudan en los próximos días; el Príncipe Andrés, que era un fijo en este evento anual antes de que estallara el escándalo por su relación con el pedófilo Jeffrey Epstein; y el matrimonio formado por el Príncipe Harry y Meghan Markle, que también acudían hasta que se mudaron a Estados Unidos para empezar una nueva vida lejos de la realeza.
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