El juego que Isabel II vetó en la Casa Real británica: «Se vuelve demasiado agresivo»
Durante su reinado, la madre de Carlos III impuso normas para evitar conflictos entre los miembros de la Familia Real, incluyendo la exclusión de un conocido juego de mesa por razones de armonía familiar
Un libro revela el lado más cómico de la Reina Isabel II
A pesar que la Reina Isabel II siempre fue reconocida por su sentido del deber y su estricto apego al protocolo, también dejó tras de sí normas que, a día de hoy, siguen vigentes y sorprendiendo al público. Una de las más llamativas tiene que ver con un popular juego de mesa: el Monopoly.
¿El motivo? Fue en 2008 que salió a la luz que la monarca prohibió este pasatiempo en su familia. Durante una visita oficial del Príncipe Andrés a la sede de la Leeds Building Society, en Albion Street, el duque de York recibió como obsequio una caja del juego y su respuesta sorprendió a todos: «No se nos permite jugar al Monopoly en casa. Se vuelve demasiado agresivo», dijo entre risas según 'The Telegraph'.
Aunque su tono de voz fue claramente humorístico, la anécdota se viralizó rápidamente entre los medios británicos, tanto así que la información posteriormente fue confirmada por la propia Casa Real a través de su canal de YouTube, donde en uno de sus vídeos se aclaró que «a la Familia Real le encanta un buen juego, pero el Monopoly está descartado», dejando en duda qué otros pasatiempos están permitidos y cuáles no en los Windsor.
A través del mismo medio, se divulgó que, además de la prohibición del Monopoly, habían otras reglas impuestas durante el reinado de Isabel II, como por ejemplo, evitar muestras públicas de afecto, no firmar autógrafos, ni tomarse selfies con el público. Además, también estaba prohibido tener redes sociales personales y debían seguir un protocolo de vestimenta estricto.
Incluso en la comida también habían límites claros. Así lo reveló la ahora Reina Camila durante una visita al programa 'MasterChef': «Odio decir esto, pero nunca usen ajo en una comida real», aconsejó a los concursantes. Pero, más allá del ajo, otros alimentos que se evitaban en la Casa Real eran los mariscos, para prevenir posibles intoxicaciones.
Queda claro que juegos como el ajedrez, el dominó o los puzles podrían tener cabida en el salón de los Windsor, mientras que el Monopoly, caracterizado por sus disputas por propiedades, hoteles y bancarrotas, continúa vetado en palacio.
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