polémica decisión
Carlos III echa a la calle a la mano derecha de Isabel II, antes de la coronación
Tras más de 20 años de servicio, Angela Kelly, la inseparable estilista y amiga de la difunta Isabel II ha sido obligada a marcharse de Windsor
Angela Kelly, la única mujer que podía hacerle bromas a Isabel II
La Reina Isabel II con Angela Kelly
En los últimos 20 años de reinado de Isabel II, Angela Kelly fue su estilista, su asistente, su confidente, su mano derecha. Ella estaba también a cargo de la joyería y condecoraciones. Estuvieron más de 20 años juntas, lo que al final forjó ... una amistad entre su majestad y esta humilde plebeya que pudo conocer el gran público a través de dos libros que fueron publicados con el sorprendente consentimiento de Isabel II.
Se espera un tercer tomo próximamente, donde veremos si salen a la luz anécdotas menos amables y secretos de palacio inéditos hasta el momento. Pero Carlos III no solo no cuenta con ella sino que le ha pedido que abandone definitivamente el apartamento situado en una cabaña en las inmediaciones del castillo de Windsor y que vuelva a su hogar, en Berkshire. También tendrá que dejar el teléfono oficial que la Casa Real le habría suministrado para su trabajo junto a la Reina.
Aunque no se ha facilitado una fecha para la mudanza, todo apunta a que se realice antes de la ceremonia de coronación, tras la que el nuevo rey presentará oficialmente a su equipo de protocolo y quien, desde hace tiempo, ya mostró su poca afinidad con la mujer que se ganó el corazón de su madre.
La propia Kelly ha compartido en sus redes sociales una conmovedoramente foto de su jardín junto a la que ha escrito «Preparándome para decir adiós. Me mudo por fin a mi nuevo hogar, al que por fin podré llamar Mi Hogar». También ha contestado algunos de los comentarios en los que ha dado datos sobre su futuro destino; «Me mudaré a Peak District un poco más allá de Sheffield, así que no muy lejos de la familia«.
Kelly fue elogiada por renovar la imagen de la Reina con atuendos en colores llamativos y sombreros a juego. A medida que la salud de Su Majestad empeoró, se convirtió más en una asistente personal. El día del funeral de la reina Isabel el año pasado, Kelly lo describió como «un día muy triste para mí». Me despedí de mi mejor amiga. Muchos en los círculos reales esperaban que se le concediera un alojamiento de por vida después de décadas de servicio de la difunta monarca.
Pero las malas relaciones entre Carlos III y Angela Kelly son de sobra conocidas, y empeoraron cuando la Reina pidió que su amiga se instalara en una habitación cercana a la suya para tenerla más más a mano, tomar juntas el té y hablar de series de televisión, de las que era devoradora. Aunque la Reina quiso protegerla en su ausencia, Carlos III ha sido contundente a la hora de 'cortar la mano derecha' y dejarla fuera de Windsor.
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