Ana Obregón se reinventa en su tradicional posado del verano junto a su nieta: «Es un pedacito de Aless aquí conmigo»

Este, cuanto menos, se ha hecho de esperar. Sus vacaciones en la playa se tuvieron que retrasar porque la pequeña se contagió de Covid-19 y, al estar en continuo contacto con Obregón, la actriz también terminó infectada. Una vez superado y las dos sanas, hacían las maletas para poner rumbo al aeropuerto y aterrizar para descansar y desconectar, en las Islas Baleares.

Desde Mallorca y en 'El Manantial', la casa familiar que su padre construyó, Ana Obregón disfruta del que es su segundo verano con la hija del tristemente desaparecido Aless y habla sin tapujos del radical cambio que vivió en su vida al dar la bienvenida a la niña, de cuya crianza se está encargando muy orgullosa y con mucho esfuerzo, pues toda su atención la tiene ahora la pequeña Anita y rechaza con frecuencia las propuestas que recibe para evitar sumergirse en nuevos proyectos profesionales que puedan mantenerla alejada de ella durante algún tiempo.

«Con Anita vivo la primera vez en todo, porque todo es a través de sus ojos», comienza indicando la intérprete de 'Ana y los Siete' en la que es su entrevista más reveladora acerca de su vida en los últimos meses. «Yo vivo la vida de color de rosa de día y las noches siguen siendo muy negras, muy oscuras. Eso nadie me lo puede quitar, será así para el resto de mi vida, como para cualquier madre que pierde un hijo. Pero los días son rosas preciosos», ha afirmado Ana.

Para ella las cosas no han sido nada fáciles, pero volcarse en cuerpo y alma en Anita le está devolviendo poco a poco la felicidad y trata de ocupar con ella todo el tiempo que tiene. «El cuerpo se me ha puesto como cuando tenía 20. Porque es un no parar. Anita va andando y sale disparada y yo voy detrás como una loca. Lo que estoy haciendo con Anita es lo que no pude hacer en aquel momento», dice la actriz, que ya no necesita ni pasar por el gimnasio.

Para la niña, Aless Lequio está muy presente gracias a las fotografías que llenan el salón de su casa, hacia las que se dirige para decir «tu papá, tu papá». La verdad en ocasiones duele, pero Ana Obregón, a quien llama «mamá», sabe que cuando su nieta crezca le contará su historia, que es la misma que vivió su madre, quien también fue criada por su abuela. El recuerdo de su padre es tan fuerte para ambas que a veces le cuesta ocultarle el duelo que todavía atraviesa. «Hay muchísimos momentos en los que me tengo que dar la vuelta y tragarme las lágrimas. Y hay veces que se me va y me doy cuenta de que la he llamado Aless», ha confesado.

En cierta manera, Ana Obregón encuentra en su nieta el vivo recuerdo de su hijo. «Es físicamente clavada a Aless. El pelo, la nariz, la boca… Y en el carácter también. Tiene un sentido del humor, una energía, está todo el día riéndose. Ama la vida como la amaba Aless», reconoce la intérprete. Ana Sandra es con su parecido y su personalidad «un pedacito de Aless aquí conmigo», declara.

A su hijo le diagnosticaron un cáncer repentinamente, y desde entonces, Ana Obregón se llenó de miedos que ahora también sufre con Ana Sandra. «No lo puedo superar por mucho que quiera, hasta mi pediatra me dice: 'Ana, llámame y pregúntame lo que quieras'», ha comentado. Anita se lo lleva todo a la boca y eso acrecienta su alerta, que no le libra de llevarse algún susto. En una ocasión, la pequeña se atragantó y Ana tuvo que hacerle ella misma la maniobra de Heimlich para salvarla y, aunque no se asustó, «luego sí, me dio el tembleque y me tuve que ir a mi cuarto y llorar media hora», ha expresado.

Llegó a planteárselo pero no va a llevarlo a cabo. Aless Lequio quería tener cinco hijos pero su descendencia termina con Ana Sandra, con quien su abuelo no quiere tener contacto, una decisión que ella acepta y respeta «al cien por cien». Con él sigue unida por el amor que ambos tienen hacia su hijo, un amor que Ana ya descarta sentir por otro hombre que no sea él. «Eso está desterrado. Nada, ninguna gana, ni me lo planteo, ni lo busco, ni lo quiero. Ya tengo demasiado amor en casa con este angelito que tengo», ha terminado zanjando su situación sentimental.