Alejandro, hijo de María Jiménez: «Evito que otros hagan dinero con su imagen»
El hijo de la artista ha recibido numerosas críticas por poner a la venta algunos de los objetos personales de su madre
El hijo de María Jiménez pone en venta las joyas de la cantante
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Iniciar sesiónPese a haberse cumplido dos años del fallecimiento de María Jiménez hace apenas unas semanas, su perfil de Instagram sigue activo -y más vivo que nunca-. Su hijo, Alejandro, se ha encargado durante este tiempo de mantener su recuerdo ante sus casi 77 ... mil seguidores en la red social. «Este es su champán favorito -decía en un vídeo mostrando una botella de Moët abierta- y hoy nos vamos a emborrachar. Salud y brindis, mamá. Te quiero. Que descanses en la gloria y en paz, mi vida», relató Alejandro en una de sus primeras publicaciones tras la muerte de su madre en la que mostraba una copa con el logo de María Jiménez llena de licor.
Desde ese momento hasta ahora hay más de cien post en los que ha compartido algunos recuerdos juntos; ha promocionado 'Calla canalla', el libro de memorias de la cantante; ha creado una línea de merchandising con frases y fotografías de la artista en camisetas, tazas, etc; se ha puesto al frente de la Fundación María Jiménez, una organización dedicada a defender los derechos de las víctimas de violencia de género y del colectivo LGTBI+; ha organizado varias exposiciones con piezas únicas de la intérprete; ha recibido la medalla al Mérito a las Bellas Artes en nombre de su madre; ha inaugurado una estatua dedicada a la artista en Chiclana de la Frontera; ha dado entrevistas en distintos medios de comunicación hablando sobre 'La Pipa'; ha puesto la casa donde vivió la cantante en Booking para todo aquel que quiera «dormir en casa de María Jiménez. Descubre el rincón mágico diseñado por ella en Chiclana», tal y como se puede leer en el anuncio; y ahora también está vendiendo algunas de sus pertenencias para que los fans puedan tener un detalle suyo.
«Si me preguntas a lo que me dedico te contesto que yo a pesar de ser hijo de famoso nunca he hablado mal de mi familia, nunca he ido a malvender ninguna historia», comienza explicando Alejandro en conversación con ABC. Y eso que «el divorcio de mis padres fue bastante traumático, como todo hijo de famoso, porque las separaciones se hacen públicas y es muy complejo porque hay mucho odio entre las parejas. Yo entonces me fui a Tarifa a vivir con mi madre», añade en referencia a la ruptura de la cantante con su padre, el actor Pepe Sancho, en 2002 y que dio paso a una batalla legal y mediática con acusaciones mutuas.
Reconoce que de joven «mis estudios nunca fueron brillantes, no conseguí llegar a COU», pero no se considera una persona vaga: «Siempre he trabajado en muchos sitios e incluso 18 horas al día». Hasta que en 2013 decide que «es el momento de que vuelva a casa y me dedique a lo mío, a estar pendiente de las propiedades de mi madre. A los dos meses de mi vuelta, a mi madre le diagnostican el primer cáncer y mi padre se murió», recuerda. «Con 30 años la vida me dio un gran golpe aunque también me tocó la Lotería porque yo no esperaba nada de mi él y me cayó una herencia de un piso y un garaje en Madrid que tuve que repartir con mi hermano. Fue entonces cuando le conocí por primera vez y ahora nos llevamos súper bien».
Convalecencia
Desde que la artista enfermó, Alejandro siempre ha estado a su lado. «Estuve ayudando a mi madre durante los diez últimos años de su vida, pasando todos sus cánceres», aunque también reconoce que durante este tiempo «ella ha sido súper generosa y me ha ayudado económicamente. Me mandaba de repente 20.000 euros a mi cuenta porque le apetecía. Y eso tengo que agradecérselo». Y tres años antes de su fallecimiento se puso al frente de los negocios para proteger los derechos de imagen de la artista: «Evito que otros hagan dinero con la imagen de mi madre», explica. Y ahora también se defiende frente a la decisión que ha tomado de vender su bisutería con precios que oscilan entre los 15 y los 90 euros.
«En otros países a la gente le gusta tener cualquier objeto de sus artistas favoritos porque para ellos tiene un valor», se justifica. «Era un personaje muy importante y muestra de ello es que todo lo que he ido subiendo se ha vendido y me siguen pidiendo cosas, cualquier cosa que haya por casa. Y están a un precio que no es muy elevado», asegura. Un proyecto que no ha hecho más que empezar: «Ahora estoy con las pulseras y los collares pero más adelante sacaré bolsos, ropa, cuadros, muebles… esto ya con un precio más alto».
Ante las críticas que ha recibido sobre los que le señalan por hacer negocio con las cosas de su madre, él se defiende: «Yo creo que todo el mundo que recibe una herencia no se queda con todo, ¿no? Pues es mi decisión porque yo soy un superviviente, un luchador… no creo que muchos hijos de famosos hayan hecho tres campañas de oliva, dándole con un palo a dos mil olivos detrás de un tractor», y añade: «No soy de esas sagas familiares que van despotricando y han pasado cuatro o cinco generaciones al nombre de una señora nada más. Que se informen un poquito antes de decir que vivo del cuento».
Aprovechando el hilo de la conversación, Alejandro manda un mensaje para los que cuestionan también su decisión de poner la casa de Chiclana en Booking. «Lo hago porque me apetece y porque también es una fuente de ingresos al estar en uno de los sitios más privilegiados y uno de los puntos turísticos de España. Es que pienso que si no se desperdicia esta casa, si no la va a poder pisar nadie...», asegura. «Hay siete cuartos y a mi me vale con tener tres, pues esos cuatro que me sobran los alquilo», sentencia con firmeza.
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